¿Realmente funcionan las cintas que miden las ondas cerebrales para mejorar el rendimiento?
Emma Baumert admite que cuando se puso por primera vez una cinta de alta tecnología en la cabeza se sintió tonta. "Pero también me sentí genial usándola, porque soy nerd", dice.
La joven de 24 años, de Illinois, es miembro del equipo de desarrollo de Bobsled/Skeleton de EE.UU.
Además, es una atleta integral, entrenadora de levantamiento de pesas calificada, y este año obtuvo una maestría en fisiología del ejercicio.
La cinta que usa ahora es un dispositivo de neuroretroalimentación o EEG (electroencefalograma). Con una popularidad cada vez mayor entre los deportistas, el aparato mide las ondas cerebrales del usuario.
Como un cerebro estresado emite más ondas o señales, debido al aumento de la actividad eléctrica, la idea es que, junto con la meditación, las cintas para la cabeza puedan ayudar al usuario a entrenarse para estar más tranquilo. Y luego, a su vez, impulsar su rendimiento.
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Pero, ¿son estos dispositivos, que los médicos utilizan para detectar afecciones como la epilepsia o los accidentes cerebrovasculares, realmente beneficiosos para ayudar a las personas a reducir su estrés?
Investigación
Baumert dice que quería averiguarlo después de probar una cinta llamada FocusCalm hace dos años. "Después de usarla yo misma, pensé 'quiero investigar más sobre esto'", dice.
Entonces, se puso en contacto con la empresa detrás del producto BrainCo, con sede en Massachusetts. Dados sus estudios universitarios relevantes y su participación en levantamiento de pesas y deportes de invierno, la invitaron a convertirse en investigadora a tiempo parcial, pero remunerada, durante unos meses en 2020 y nuevamente a principios de 2021.
Baumert ahora está convencida de que el dispositivo funciona. "Pude visualizar y aprender cómo tener un mejor control, y qué entrenamiento necesito hacer para llegar a un estado más relajado, sin dejar de tener una potencia muy alta", cuenta.
Max Newlon, presidente de BrainCo, explica que la cinta usa un algoritmo de software de inteligencia artificial para monitorear 1.250 "puntos de datos" en las señales de las ondas cerebrales de una persona. Conectada a una aplicación de teléfono móvil, califica a los usuarios en una escala de 0 a 100, siendo 100 el estado más relajado.
La mayoría de las veces, la persona promedio aparentemente ronda la marca de los 50.
"Es una medida pasiva, no hay nada entrando en su cerebro", dice Newlon, quien comenzó a trabajar en la tecnología en 2015. "Tenemos personas que realizan diferentes tipos de experimentos, como pasar tiempo con su familia... para aprender sobre sí mismos y descubrir qué los pone en ese estado de calma y concentración", explica.
Al igual que el ejercicio físico que fortalece el cuerpo, Newlon dice que las personas pueden aprender a relajar el cerebro y que una vez que se adquiere la habilidad, se mantiene.
Estrés y ansiedad
Otro desarrollador de cintas para la cabeza, la firma canadiense InteraXon, creó su producto, Muse, en 2014.
También está diseñado para ayudar a la gente a sentirse más tranquila y, a su vez, para apoyar la meditación o dormir mejor.
Además de medir las ondas cerebrales, registra la frecuencia cardíaca, la velocidad de la respiración y la postura de una persona. Y viene con una aplicación que reproduce sonidos relajantes, como el de una selva tropical.
Derek Luke, director ejecutivo de InteraXon, dice que sus clientes son personas que están "tratando de abordar un problema en su vida", como el estrés y la ansiedad, o "tratando de mejorar de manera proactiva" en algo, como su rendimiento en un deporte determinado.
Dudas
Todo esto suena bien, pero la doctora Naomi Murphy, psicóloga forense y clínica de Reino Unido, es cautelosa con los dispositivos comerciales de electroencefalograma.
Las cintas para la cabeza animan a las personas a trabajar para ajustarse a las "normas" de un cerebro promedio, dice. "Esto puede hacer que algunas personas se sientan sobreestimuladas o subestimuladas después de usarlas, tal vez porque sus cerebros no se ajustan al cerebro 'promedio'", agrega.
"Si bien algunas personas encuentran que las mediciones resultan útiles, muchas se sienten atraídas por la 'neurotecnología' porque se identifican con una vulnerabilidad, una ansiedad acerca de su desempeño, y el uso de datos puede exacerbar esto", advierte.
Mientras tanto, la profesora Sandra Wachter, de la Universidad de Oxford, experta en inteligencia artificial, cuestiona si los dispositivos de EEG destinados a hacer que las personas estén menos estresadas deberían ser necesarios.
"El entrenamiento de la atención plena y la meditación podrían ser una de las áreas en las que veo muy poco espacio para que la inteligencia artificial pueda mejorar las formas tradicionales de práctica", dice, citando los métodos budistas e hindúes como superiores.
Al medir la atención plena frente a un promedio, se pierde el punto, dice ella, que es "solo escucharte a ti mismo".
"Además, no existe tal cosa como 'relajación ideal' o 'puntuaciones problemáticas de niveles de estrés' porque cada persona es diferente", asegura.
"Santo grial"
Sin embargo, el doctor Steve Allder, neurólogo consultor de Reino Unido, apoya los dispositivos de EEG de consumo, especialmente cuando son utilizados por atletas.
"Tener alguna práctica mental probablemente proporcionará una ventaja de rendimiento", dice. "Y es probable que el uso de una herramienta que proporcione retroalimentación fisiológica en la práctica mejore la profundidad del control 'mental' de un individuo, por lo que las herramientas con 'neuroretroalimentación' son útiles".
"El santo grial de los atletas de élite es acceder constantemente a la 'zona'. Este tipo de práctica aumentará las posibilidades de eso", sostiene.
De vuelta en Estados Unidos, Baumert dice que si bien las cintas para la cabeza son muy útiles, los atletas no deberían verlas como un "truco de magia".
"Toma lo que aprendas y luego ponlo en práctica", dice.