La falta de sensibilidad y empatía de peatones y conductores complican a las personas con discapacidades visuales
David Lynch de 45 años inicia su día a las siete de la mañana, se cambia y se ejercita. Arranca temprano, pues desde hace dos años cada actividad le toma más tiempo, debido a la diabetes, perdió por completo la vista y su vida dio un giro.
"La ceguera fue de golpe y porrazo, algo disruptivo. Lo primero que tuve que flanquear fue lo del bastón, pasar de caminar tranquilamente por las calles, manejar mi propio vehículo a depender de un bastón, fue duro", menciona David Lynch, persona con discapacidad visual
Se considera resiliente y aprende a diario desde lo más básico: movilizarse. En las mañanas sale solo a comprar a la tienda y si bien, es un desafío, no se compara a caminar en las calles de Guayaquil o Daule, las que considera no aptas para personas con discapacidad visual.
"Son muchas la falencias que tenemos en cuestión de movilidad e inclusión. Las tapas de las alcantarillas se las han robado, cables", dice David Lynch, persona con discapacidad visual
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La falta de empatía de peatones y conductores complican más el proceso. "Carros mal estacionados que están en medio del paso cebra. Ahora que están los generadores eléctricos es peor todavía", dice David.
Al mediodía se alista para ejecutar una de sus pasiones, la cocina Este chef, aún prepara su almuerzo y el de su esposa. Además, cocina para servicios de catering, que si bien, ya no los lleva a domicilio, tienen su sazón.
"Primero lo pensé si me sigo dedicando a esto, la gente igual me llamaba para fiestas especiales. Fue un aliciente para seguir adelante porque yo esas habilidades nunca las perdí, entonces ya tengo yo una habilidad que no necesito la visión", explica David Lynch, persona con discapacidad visual
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Por la tarde en su sala retoma lo que ha sido su hobby desde niño, la guitarra que ahora funciona como terapia.
Dos veces a la semana acude al Centro Municipal 4 de Enero, quiere seguir siendo parte activa de la sociedad y le interesa adquirir herramientas para ello como leer y escribir en braille, pero dice que es importante que la sociedad haga su parte, sea inclusiva y le permita a las personas con discapacidad involucrarse.
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"Para toda persona con discapacidad es importante saber que todavía tenemos que dar a la sociedad. Necesitamos oportunidades laborales y ayuda en emprendimientos, no dar dádivas", concluye David.