Sectores camaronero y de pesca son cada vez más afectados por la delincuencia
En las provincias de El Oro y Guayas, camaroneros denuncian que son víctimas de grupos delictivos que los extorsionan para permitirles trabajar.
Hay un tarifario para las extorsiones que se aplica a quienes son parte de la cadena productiva del camarón, según la actividad y el tamaño del negocio.
Todo esto afecta directamente a la economía del negocio, dice José Antonio Camposano, presidente de la Cámara de Acuacultura.
Camaroneras y vehículos en que se transporta el producto ya han generado una inversión de entre 60 y 80 millones de dólares en seguridad para tratar de evitar los hechos delictivos.
Pero las extorsiones de los grupos delictivos rompen incluso con esos esquemas de protección, asegura Camposano.
Pero la inseguridad no solo golpea al sector acuícola, el sector pesquero denuncia inseguridad en altamar.
Les pasa a los industriales y también a los artesanales. Para estos últimos se busca primero un registro que permita monitorear permanentemente sus actividades y luego un plan que requiere apoyo del Gobierno, según dice Bruno Leone, presidente de la Cámara de Pesquería.
Por ello se pide a la Policía y las Fuerzas Armadas más controles. Y a los operadores de justicia sanciones ejemplarizadoras para quienes cometen estos delitos.