JR, cabecilla de 'Los Choneros' saldrá de la Penitenciaría al hospital Guayaquil
Junior Roldán Paredes, alias "JR", uno de los líderes de la banda criminal 'Los Choneros', sí podrá salir de la cárcel, siempre que vaya a un hospital, no a su casa. Eso fue lo que determinó la noche de este miércoles, 20 de abril, un juez de Garantías Penitenciarias en Guayaquil, que le concedió parcialmente un habeas corpus que presentó su defensa.
"La acción de habeas corpus solo aplicará si "JR" va a una casa de salud pública, su domicilio NO aplica", informó esta noche la Corte Provincial de Justicia del Guayas.
La defensa de Junior Roldán presentó un informe médico con el siguiente diagnóstico: hipertensión arterial, diabetes mellitus, esteatosis hepática, grado 3, cirrosis hepática.
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Según el anuncio de la Corte, el número dos de 'Los Choneros' "será trasladado al hospital Guayaquil, Abel Gilbert Pontón, hasta que su salud mejore".
Horas antes de que se desarrollara la audiencia, hubo una alerta de bomba en la Unidad Judicial ubicada en el Albán Borja.
Este es el mismo recurso que se utilizó para la excarcelación del exvicepresidente Jorge Glas, el pasado 10 de abril.
"JR" al momento cumple dos sentencias de 22 años en la cárcel por asesinato en la cárcel regional de Guayaquil (Penitenciaría del Litoral). Además ha estado involucrado en otros delitos como asociación ilícita e ingreso de objetos prohibidos a la cárcel, recordó la Fiscalía, que también criticó el pedido de habeas corpus.
Tras la muerte de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, quien era el máximo líder de Los Choneros, bandas emergentes buscaron también tener el control.
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"Comienzan a separarse los Fantasmas y los Águilas que, eran parte de alias JR", explicó a Ecuavisa.com el exdirector de inteligencia militar Mario Pazmiño.
A su criterio, Roldán pertenece al brazo más radical.
El Ministro del Interior, Patricio Carrillo, se anticipó a rechazar la acción constitucional presentada por JR.
"El exceso de pedidos de hábeas corpus para dejar en libertad a responsables de muertes en calles y centros penitenciarios, nos pone en desventaja frente al crimen organizado. Es más complejo obtener indultos a los de menos peligrosidad, que liberar a los cabecillas".