Hombre, sus hijas y sus mascotas mueren por intoxicación en una urbanización de Daule
María Fernanda Ganchozo perdió abruptamente a su esposo y a sus dos hijas menores de edad. La mujer busca explicaciones a lo sucedido entre el domingo 19 y el lunes 20 de marzo cuando confirmaron los decesos de su cónyuge, Byron Gavilánez, y de sus pequeñas, Doménica e Isabella.
La noche del domingo, luego de cenar, Fernanda y sus familiares comenzaron a sentir dolor estomacal y vomitaban continuamente.
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La mujer relata a Ecuavisa que pensó que los alimentos que habían consumido esa noche fuera de casa eran los causantes del malestar y consideró que ella podía manejar la situación.
La madrugada del lunes, tipo tres de la mañana, mi hija, la mayor, comenzó a vomitar. Le dolía el estómago y le hice una agüita de manzanilla pensando que era un dolor normal de barriga. Como a los 15 minutos la niña más pequeña comenzó a vomitar. Luego, 15 minutos después, mi esposo. Finalmente yo.
La situación empeoró la madrugada del lunes: una de sus hijas convulsionó. Ganchozo pidió que paramédicos vayan a su casa, ubicada en la urbanización Málaga 2, perteneciente al cantón Daule (Guayas), para que atiendan a su pequeña.
Los bomberos de La Aurora, parroquia de Daule, acudieron a atender la emergencia. A pesar de recibir atención médica, el hombre y las dos pequeñas murieron la mañana del lunes.
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Inhalación de sustancia química
Cuando los bomberos llegaron a la casa notaron un olor intenso relacionado con algún químico.
De hecho, los informes de autopsia de las víctimas señalan que Byron, Doménica e Isabella murieron tras la "inhalación o ingesta de una sustancia química tóxica a determinar".
En declaraciones recogidas por diario Extra, la mujer indicó:
Nos preguntaron si habíamos fumigado y mi esposo y yo les dijimos que no. Los bomberos revisaron el techo, el tanque de gas y se dieron cuenta de que no era eso. Ahí abrieron las ventanas. Dijeron que el ambiente tenía un olor a una sustancia, pero no precisaron cuál. No sabemos sí alguien fumigó, por la presencia de murciélagos, que es una de las molestias de los habitantes de este sector.
Un perro y un loro, que eran mascotas de la familia, también murieron por la aparente inhalación de la sustancia tóxica.
Fernanda espera que las muertes de su esposo y sus hijas no queden en la impunidad. Asegura que iniciará acciones legales para intentar determinar qué los mató.