Pocos policías resguardan el Hospital Monte Sinaí en Guayaquil tras tiroteo en los exteriores
El Hospital General Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil, amaneció este lunes 16 de septiembre resguardado por unos pocos policías, luego de unas horas tensas dentro y alrededor del sanatorio.
Este domingo, antes de las 18:00, hubo un enfrentamiento armado entre militares y un grupo de presuntos delincuentes que fue neutralizado por la fuerza pública. Dos hombres adultos y uno menor de edad fueron abatidos, mientras que otro individuo resultó herido.
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La información oficial indica que los sujetos se movilizaban en un auto negro y que no se detuvieron ante un operativo de control de armas, municiones y explosivos que se desarrollaba en Monte Sinaí. Un comunicado del Gobierno Nacional señala que los hombres abrieron fuego contra los soldados, quienes respondieron de la misma forma. Todo esto ocurrió a unas dos cuadras del hospital.
El herido fue trasladado a la casa de salud y su pronóstico es reservado. Recibió tres tiros.
Este caso derivó en un operativo intenso en Monte Sinaí. Un centenar de policías y militares ejecutó allanamientos en la zona, resguardó el hospital y acompañó al personal del Laboratorio de Criminalística, entre otros, a levantar los cuerpos y recoger otros indicios. Incluso la Policía Nacional usó un helicóptero para vigilar desde el aire las intervenciones.
Por otra parte y de manera extraoficial, Ecuavisa conoció que en horas de la noche un centenar de motociclistas estuvo rondando el hospital. No se ha podido confirmar si en el hospital se activó el Código Plata, un protocolo de seguridad para establecimientos de salud.
La mañana de este lunes no había militares alrededor del sanatorio.
Hace dos semanas, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas anunciaron que habían actualizado sus manuales de procedimientos, tal como lo dispuso el presidente de la República, Daniel Noboa, el pasado 25 de agosto.
En síntesis, los cambios buscan que los agentes usen sus armas de forma más rápida dependiendo la amenaza a la que estén expuestos.
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Desde inicios de año, el jefe de Estado elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de conflicto armado interno, con lo que pasó a catalogar a las bandas delincuenciales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, a la vez que decretó un estado de excepción con el que, entre otras acciones, militarizó las cárceles controladas por estas organizaciones.