La historia de Hernán Mendoza, el ingeniero hallado sin vida tras llevar 32 días desaparecido
Los hermanos Gabriela y Hernán Mendoza Velásquez hablaban por teléfono todos los días. Estaban al pendiente de cómo les iba en el trabajo, si estaban bien de salud o simplemente se daban ánimos cuando uno de ellos se sentía mal.
La joven, de 28 años, ejercía su profesión de médico en Chile y volvió inmediatamente al país cuando se enteró que su hermano había desaparecido la noche del 26 de enero del presente año, tras tomar un taxi en el sector de La Pradera, al norte de Quito. En su trabajo le dieron 15 días de licencia, pero le resultaron insuficientes porque se dedicó de lleno a seguir las tareas de búsqueda con la Dirección Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased) de la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos y Fiscalía.
Incluso estuvo presente en los sobrevuelos que se realizaron con helicóptero en la zona del puente de Guápulo, donde los delincuentes lo abandonaron tras darle escopolamina. Su amigo apareció horas después, bajo los efectos de la escopolamina y sin recordar que pasó luego de subir al taxi. "Solo le pido al Gobierno que se haga justicia y que este caso no termine en la impunidad. Queremos que encuentren a los culpables", manifestó Gabriela a Ecuavisa.com.
Ayer por la tarde, ella estaba reunida con sus familiares en Medicina Legal de la Policía. Estaban pendientes de los trámites para retirar el cadáver. Lloraban y se consolaban con abrazos. Les costaba entender lo que había pasado. No entendían cómo una banda de delincuentes apagaron la vida de un joven profesional, de 30 años, con sueños y aspiraciones. Ellos acordaron que se levantará una capilla ardiente la mañana de hoy, jueves 29 de febrero, en la funeraria Jardines del Sur, ubicada en la avenida Teniente Hugo Ortiz y calle Baltazar de Loaiza, sector La Magdalena, diagonal a la Tribuna del sur.
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Lo recordaron como un profesional cariñoso, bondadoso y carismático, que siempre se caracterizó por ser un buen estudiante de física y matemática. De hecho, dictaba clases particulares de esas materias a chicos de colegios y universidades que requerían nivelar sus conocimientos.
Era muy apegado a su familia, principalmente con Gabriela. Ambos nacieron en el cantón Caluma, en la provincia de Bolívar, pero desde niños se radicaron en Quito donde estudiaron la escuela, colegio y la universidad. Crecieron en el sector de la Kennedy, al norte de la capital. "Siempre estaba ahí, aunque sea un mensaje me escribía cuando estaba ocupado y se preocupaba mucho por mí".
La úlima vez que conversaron, los hermanos planificaron salir de viaje juntos por vacaciones. "Como yo estaba un año fuera de Ecuador, quedamos en irnos a otro país junto a mi mamá. Lamen".
A Hernán Mendoza le encantaba preparar ceviches de todo tipo en casa y los compartía con sus familiares. Disfrutaba de jugar ecuavoley con sus amigos. Su hermana recuerda que solían escuchar la música del grupo español Fito & Fitipaldis. "Es algo que siempre lo recordaré y guardaré en mi corazón", contó Gabriela.
El ingeniero en electrónica y telecomunicaciones era muy confiado -afirma la mujer de 28 años- y posiblemente eso influyó para que sea víctima de la delincuencia. Se quedará en Ecuador hasta que se haga justicia en el caso, pues apenas hay una persona detenida.
Cuenta que han sido 33 días angustiantes tras la desaparición, sin poder dormir, ni comer. Gabriela iba a estudiar una especialización en medicina, pero ese proyecto será suspendido para dar seguimiento a los trámites legales.
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