Así es la estructura criminal de Los Lobos, quienes tienen injerencia en la mitad de las cárceles de Ecuador

El grupo de delincuencia organizada (GDO) Los Lobos consolidó su poder criminal en 2022, después del asesinato del narcotraficante Leandro Norero, ordenado, según informes policiales, por su máximo cabecilla Wilmer Chavarría, alias Pipo.

El narcotráfico es su principal fuente de financiamiento, en alianza con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación. Gracias a esto, consolidó otras actividades como sicariato y extorsiones. Además tienen injerencia en 18 centros penitenciarios.

Amplió sus negocios a la minería ilegal en las provincias de Imbabura, Azuay, El Oro, Zamora Chinchipe, Napo, Orellana. Los informes oficiales revelan que alias Pipo tiene una estructura jerárquica con responsables para cada actividad.

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El 19 de abril, el gobierno publicó fotografías con los nombres de diez cabecillas de esa organización, considerados objetivos militares, todos integran la estructura de mando.

De esa lista, cuatro están detenidos. El 22 de abril fue recapturado Fabricio Colón Pico, alias Capitán Pico, acusado por la fiscal Diana Salazar de tener un plan para asesinarla.

Esa misma semana fue capturado en Ponce Enríquez, Azuay, Vicente Angulo Sosa, alias Comandante, quien controlaba las operaciones de minería ilegal y extorsiones en el sur del país.

Para debilitar el mando de Los Lobos, que ordenaba crímenes desde las cárceles, dos de sus cabecillas fueron trasladados a la prisión de máxima seguridad, La Roca, en Guayaquil.

Carlos Angulo, alias Invisible, acusado de ordenar el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio; y Álvaro Montaño, alias Palanqueta, responsable de los amotinamientos y asesinatos en la cárcel de Turi, en Cuenca.

Intromisión en la mitad de las cárceles del país

Un infome de inteligencia policial establece que el grupo narcocriminal Los Lobos tiene injerencia en 18 de las 35 cárceles del país.

En ciertos centros, ha protagonizado amotinamentos y crimenes en medio de una guerra contra Los Choneros para tener el control del sistema carcelario.

La mayor crisis fue durante 2021 y 2022. 430 presos asesinados en 11 masacres. Por estos enfrentamientos, las autoridades penitenciarias agruparon a los presos de acuerdo a su afinidad delictiva, en los siguientes centros penitenciarios:

Todo es controlado por alias Pipo desde la clandestinidad, que coordina con alias Palanqueta, que está detenido en la de máxima seguridad.

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Las cárceles están militarizadas desde enero de este año, allí, los lobos, habían instalado sus centros de operación criminal.

En los pabellones donde tenían el control: cobraban por las las celdas, extorsionaban a los familiares de los detenidos y se dedicaban al microtráfico. También ordenaban sicariatos, el traslado de cocaína y armas que eran entregadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

No hay información oficial que determine que estos delitos estén totalmente erradicados, pero en los últimos cinco meses no se han reportado sicariatos ordenados desde las cárceles, pues además las visitas están suspendidas y más de mil celulares han sido decomisados y redes de internet han sido destruidas para mantener a los reos incomunicados.

Este jueves, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos bloqueó los activos de esa banda criminal, al considerarlos como una amenaza para el continente.