La estrategia de seguridad de Guillermo Lasso no dio resultados contra el narcotráfico
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró la guerra al narcotráfico, pero necesitaba tener estrategia, recursos, aliados, conocimiento y un plan de seguridad para unir a las Fuerzas Armadas con la Policía Nacional.
Cinco meses después de haber asumido la presidencia, Guillermo Lasso intentó poner en marcha una estrategia política de seguridad que se centraba en declararle la guerra al narcotráfico como enemigo del estado.
Se plantearon dos argumentos: la ola de crimen que golpea a Ecuador tiene su origen en Gobiernos anteriores y el debilitamiento de la Policía y Fuerzas Armadas que fueron políticas explícitas del correísmo.
Ecuador empezó a combatir el crimen organizado sin contar con los medios necesarios. El régimen quiso conseguir financiamiento recién un año después de hacerse cargo de la presidencia.
Al primero que le pidieron fue a Estados Unidos por ser el principal mercado de consumo de droga que sale de América del Sur. Ecuador requería alrededor de USD 5 mil millones que nunca llegaron para el país.
Sin embargo, el país norteamericano aceptó cooperar con el gobierno ecuatoriano, pero de manera más discreta. El país tiene 189 objetivos fijados como parte de un plan que se ejecutará en 2024, una vez aprobado el presupuesto de solo USD 2 mil millones.
Lea más: Siete reos se fugaron de la cárcel de Portoviejo, Manabí; tres fueron recapturados
El presidente Guillermo Lasso ha asegurado que necesitaba aliados. Necesitaban capacitación y tecnología para ayudar a Ecuador.
Para enfrentar el narcotráfico requerimos drones, radares de alta tecnología, y especialmente en el campo de la inteligencia
El gobierno había mencionado acuerdos con Israel y Gran Bretaña. Israel decidió negociar un sistema de seguridad que incluía un financiamiento de USD 700 millones para armamento, pero los actores políticos internos no permitieron que el proyecto vea la luz.
Posteriormente, se acercó a Colombia para buscar el conocimiento práctico, pero solamente se realizaron operativos conjuntos en la línea de frontera, donde el crimen aún se mantiene.
Entonces, el gobierno entrante quedará con una guerra abierta contra el narcotráfico, en el que faltan recursos, aliados estratégicos y efectivos, tecnología y un sistema de seguridad que obligue a la colaboración estrecha de policías y militares.
Le podría interesar: El Tren de Aragua: ¿Cómo opera y estaría presente en Ecuador?