Fin de estado de excepción en Ecuador: ¿Qué implica que termine el toque de queda?

El primer estado de excepción, dictado en el gobierno de Daniel Noboa, culminó. Se cumplieron 90 días desde que fue dictado mediante el Decreto Ejecutivo 110, el pasado 8 de enero.

La expiración de esta medida también implica que culmine el toque de queda, es decir, ya no habrá restricción a la libertad de tránsito.

Hasta la última modificación de los horarios de semaforización, los ciudadanos de 38 cantones de Ecuador, incluidos Guayaquil, Quito, y Manta, no podían circular en las calles entre las 01:00 a las 05:00, al igual que en otras 23 jurisdicciones, entre las 02:00 hasta las 05:00.

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Ante el término de esta disposición, ciudadanos ya no estarán expuestos a ser detenidos por policías y militares, y ser llevados ante un juzgado, al estar en las calles en horas de la madrugada, porque no se estaría incumpliendo decisiones legítimas de autoridad competente.

Asimismo, los bares, restaurantes y locales de comercio ya no están obligados a cerrar antes. Tan solo la última modificación del toque de queda, que hizo que la restricción de tránsito comenzara a la 01:00 en Quito y Guayaquil, en vez de la medianoche, tuvo el efecto que el comercio nocturno generara USD 2.5 millones, según estimaciones de cámaras de comercio.

Los militares seguirán en las calles

Al culminar el estado de excepción, el Gobierno Nacional se ratificó en la existencia del conflicto armado interno, lo que significa que seguirán las Fuerzas Armadas, realizando patrullajes con la Policía Nacional en las calles.

Los militares deberán realizar operativos para prevenir y erradicar la actividad de grupos armados organizados en el territorio nacional.

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La Policía y a las Fuerzas Armadas deben continuar con el despliegue operacional y táctico requerido para neutralizar los ataques armados, amenazas o riesgos orquestados por el crimen organizado, grupos armados organizados terroristas.

El mandatario Daniel Noboa también declaró a los centros de privación de libertad como zonas de seguridad. La seguridad intramuros y extramuros, física y procedimental de estas cárceles estará encargada por ambas fuerzas del orden.

La seguridad dinámica, es decir, el proceso de la gestión penitenciaria para garantizar la protección de las personas privadas de la libertad dentro de los centros, será responsabilidad del organismo técnico del Sistema Nacional de Rehabilitación Social (SNAI).