Asciende a 65 el número de reos asesinados en la Penitenciaría del Litoral
La cifra de reclusos asesinados en la última masacre en la Penitenciaría del Litoral, una de las cárceles de Guayaquil, ascendió a 65, y de ese número aún faltan por identificar once cadáveres, confirmó el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses a Ecuavisa.
Hasta el pasado fin de semana, la cifra oficial era de 62 muertos, entre ellos tres ciudadanos colombianos.
Este martes 23 de noviembre, un equipo de este medio ingresó al edificio de Criminalística en el Puerto Principal donde se realizan exámenes a los cadáveres.
"Se ha hecho el trabajo técnico posible para poder acoplar (los cuerpos) por medios antropológicos y, si es necesario, luego identificarlos por genética forense", explica Fabiola Robalino, jefa zonal de la institución.
Señala que debido a que partes humanas fueron carbonizadas, entre la noche del viernes 12 y sábado 13 de noviembre, algunos cuerpos llegaron incompletos.
El área de genética forense es una zona restringida. En este sector los restos óseos son sometidos a varios procesos de extracción, pulverización y otras técnicas para obtener el perfil genético, sin embargo este procedimiento es sumamente complejo.
Los datos arrojados en estos exámenes deben ser cotejados con el ADN de los familiares que reclaman los cuerpos de los reclusos. Solo así se puede confirmar su identificación.
El registro genético en cadáveres en buen estado puede demorar hasta 25 días, pero si el cuerpo está carbonizado y mutilado, el tiempo para obtener los resultados puede tomar hasta 50 días.
En el Laboratorio de Criminalística también permanecen otros cinco cuerpos de la matanza ocurrida en septiembre pasado. Aunque todos los cadáveres ya han sido identificados, aún hay familiares que no los han retirado.
La cifra de muertos en esa masacre también se elevó, pasó de 119 a 123.
El 2021 ha sido el año más sangriento en la prisiones ecuatorianas. Más de 320 personas han sido asesinadas dentro de las cárceles.
Las autoridades atribuyen esta crisis a los enfrentamientos entre bandas criminales que se disputan el control de las penitenciarías. Estos grupos al parecer tienen relación con carteles de narcotráfico, especialmente mexicanos y colombianos.