Quito enfrenta dos principales problemas: inseguridad y movilidad
Quito conmemora sus 488 años de Fundación, este 6 de diciembre de 2022. Se trata de la fiesta más importante para la ciudad, que además está a puertas de escoger a su representante en las urnas, las próximas elecciones seccionales en febrero de 2023.
En general, la mayoría de los quiteños tiene la percepción de que las cosas en la ciudad van por mal camino, con un 71,5%; siendo los hombres más pesimistas que las mujeres.
Los candidatos ya socializan sus propuestas de campaña en redes sociales, o al menos identifican cuáles son los problemas de la ciudad. Ecuavisa.com revisó los mensajes más recurrentes e identificó que se centran en: inseguridad, desempleo, feminismo, maltrato animal, entre otros.
Lo cierto es que, con base en la encuesta de percepción ciudadana de 2022, de la iniciativa ‘Quito como vamos’, la inseguridad ciudadana representa el principal problema de los quiteños.
Por debajo, con más de 29 puntos porcentuales de diferencia, le sigue la mala calidad en el transporte público, y luego la limpieza y acumulación de basura.
El empleo también aparece en la lista como la cuarta preocupación; después está la corrupción de los funcionarios públicos y las pandillas o el narcotráfico.
Más abajo hay otros problemas como la contaminación ambiental, la falta de arreglo de las calles, falta de cultura ciudadana, el comercio informal, el contagio del covid-19, dificultad para emprender, el monto de los impuestos y los costos de servicios municipales, la falta de apoyo a la cultura, la baja calidad de los espacios públicos, aceras en mal estado, y dificultad para caminar.
La inseguridad es la principal preocupación en Quito
Daniela Chacón, coordinadora de ‘Quito cómo vamos’, cree que es posible atender a las problemáticas que aquejan a la ciudad mediante políticas públicas efectivas y oportunas. Esto acompañado de educación ciudadana y una gestión articulada con otros niveles de administración.
Chacón explica que hay una interconexión entre las problemáticas, por ejemplo, una adecuada planificación urbana permite la apropiación de los espacios públicos y los barrios tomados por la delincuencia. De esa manera incluso mejoran los niveles de convivencia y la confianza entre los vecinos.
Fernando Carrión, especialista en seguridad y urbanista, coincide e indica que los municipios también tienen responsabilidad en la garantía de la seguridad ciudadana. Identifica tres aspectos a tratar: la delincuencia común; el consumo de narcóticos ligado a la presencia de bandas criminales y al ingreso de sustancias por el aeropuerto; y el lavado de dinero.
El crecimiento de Quito no va acorde a sus posibilidades
Quito crece hacia zonas rurales, en las que es más difícil garantizar el acceso a servicios básicos, así como un transporte adecuado.
Daniela Chacón indica que en Quito habrán 3,44 millones de habitantes en 2040, que se seguirán asentando en las parroquias rurales.
“El gran problema ahora está en los valles”, explica Carrión al indicar que la ciudad se expande hacia las periferias y sin una planificación adecuada. Cuenta que antes ese problema se evidenciaba en los barrios asentados en las laderas del Volcán Pichincha, pero ahora se ha trasladado al oriente de Quito.
¿Cómo evitar asentamientos irregulares o en zonas de riesgo? Daniela Chacón cree que es necesario educar a la ciudadanía para que conozcan los riesgos de construir en terrenos inseguros, pero también cuestiona que los lugares con mejor ubicación tienen un costo extremadamente elevado y se convierte en algo inalcanzable para la mayoría de los ciudadanos.
Moverse en Quito puede tomar más de dos horas
Elena Carrillo vive en el sur de Quito y trabaja en Cumbayá. Ir y volver le toma tres horas y media; y si hay algún imprevisto la situación puede complicarse aún más.
El próximo 21 de diciembre está por inaugurarse el sistema más moderno de movilidad en la ciudad: el Metro de Quito. Las expectativas ante ese proyecto son sumamente altas, por el tiempo de espera para el inicio de sus operaciones y porque representaría una reducción hasta en la mitad del tiempo de movilidad.
Carrión, sin embargo, tiene sus dudas. A su criterio, debe reestructurarse todo el sistema de transporte público para que el Metro funcione como columna vertebral y los demás sistemas como ramas para llegar a las periferias.
Además, debe haber un incentivo al uso de este nuevo servicio, para que los usuarios opten por utilizar el Metro en lugar del auto. Eso no solo descongestionaría a la ciudad, sino que mejoraría la calidad del aire.