La historia de Dana, la niña que sufrió amputaciones de cuatro dedos de su mano izquierda
Dana tiene tres años y fue dada de alta después de superar seis meses de tratamiento en el área de quemaduras del Hospital Baca Ortiz de Quito.
Comenzó a dar sus primeros pasos tras cumplir el tratamiento por amputaciones. Dejó la sala de hospitalización que fue su hogar durante medio año.
No es la misma de antes porque hoy es más fuerte. Los médicos tuvieron que amputarle cuatro dedos de su mano izquierda, entubarla y aplicar tratamientos muy dolorosos, pero contra todo pronóstico se levantó.
El 24 de octubre su vida cambió cuando en una travesura le cayó en el aceite hirviendo que sus padres utilizaban para preparar los churros que venden. Ingresó con el 45% del cuerpo quemado. Perdió la piel de su espalda, brazos, cuero cabelludo y manos.
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A su corta edad, soportó 48 limpiezas quirúrgicas, 70 cirugías de injertos, incluyendo una colocación de piel calavérica.
Tratar las quemaduras es costoso. En Dana tuvieron que acudir a piel calavérica de Estados Unidos, valorada en USD 7 000 los seis centímetros. Sus cuidados requirieron de ocho médicos especialistas las 24 horas, enfermeras que hicieron la función de madres y con lágrimas en los ojos la despiden. Saben que el sacrificio valió la pena.
Los galenos le dieron a Dana un gran ramo de flores, aunque su tratamiento continúa. Su caso es un milagro porque solo el 8% de los pacientes pediátricos que ingresan por quemaduras similares resisten.
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