El testimonio del chofer del tráiler que causó la muerte de tres personas en Quito, contado por un médico que lo rescató
El testimonio del doctor Mauricio Toapanta, quien estuvo presente en el trágico accidente de tránsito en la vía a Guayllabamba, al norte de Quito, donde un tráiler arrasó a más de 20 vehículos y causó la muerte de tres personas, es impactante y revelador.
El médico brindó ayuda a las víctimas del accidente ocurrido al mediodía del sábado y en la noche narró los eventos que presenció. Además expuso algunas reflexiones que surgieron tras esta experiencia desgarradora.
El doctor Toapanta relata que, al llegar al lugar del accidente, se encontró con el conductor del tráiler, quien se encontraba atrapado entre los hierros retorcidos de la cabina del vehículo.
La multitud que se había reunido a su alrededor, en lugar de ayudar, estaba enfurecida y querían linchar al chofer, que tenía una herida en la pierna. Sin embargo, el doctor Toapanta se puso en frente del conductor para protegerlo de la violencia y evitó que lo agredieran.
"Le pregunté cómo se llamaba, me lo dijo y tenía un traumatismo fuerte en su pierna. Apenas lo atendí verifiqué su estado, él llamo a pedir ayuda, reportó lo sucedido y estaba afectado", dijo Toapanta, quien contó el testimonio del conductor:
"No fue mi culpa, se rompieron los frenos, quise parar con el freno de emergencia y se fue el camión, solo pité para que los carros se hagan a un lado y ya no lo pude controlar"
Según el doctor que lo atendió, el conductor "jamás quiso escapar" de la escena del accidente.
El chofer del trailer está bajo resguardo policial y la Fiscalía anunció que espera "los informes técnicos de las instituciones competentes para actuar conforme a la Ley" sobre la responsabilidad del accidente.
FALTA DE HUMANIDAD Y EMPATÍA
Mientras el doctor Toapanta atendía al chofer del tráiler y a otros conductores heridos, observó cómo un individuo sin reflexión tomó madera del camión destrozado para construir una rampa y salió en su vehículo sin ayudar a nadie más.
Además, se percató de que había personas que, en lugar de prestar ayuda, se dedicaban a grabar con sus teléfonos móviles a las víctimas, los automóviles destrozados y la sangre.
Esta actitud impávida y falta de humanidad por parte de algunos individuos plantea interrogantes sobre el impacto negativo de la búsqueda de sensacionalismo en lugar de priorizar la ayuda y el respeto hacia las personas involucradas.
Además, el doctor Toapanta lamentó que, en ocasiones, la falta de conciencia vial retrase la llegada de los servicios de emergencia, enfatizando la importancia de ceder el paso a las ambulancias y no intentar ir detrás de ellas para ganar ventaja en el tráfico.
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Incluso contó que cuando llamó al ECU-911, la operadora le pidió que solicite a los demás conductores que se pongan a las orillas de la vía y permitan pasar a las ambulancias, ya que no lo estaban haciendo.
Esto se corrobora con lo que pedía el jefe del Cuerpo de Bomberos de Quito Esteban Cárdenas al momento del accidente, que los conductores se hagan a un lado y dejen pasar a las ambulancias.
Por eso Toapanta insta a la población a actuar con humanidad y empatía en situaciones de emergencia, para evitar que la ayuda se retrase. "No se trata de la ley del más vivo, sino de la ley del más humano", reflexionó.
A pesar de las circunstancias adversas, el doctor Toapanta expresa su gratitud a todas las personas que lo ayudaron, así como a los paramédicos que llegaron al lugar y permitieron que el plan de emergencia que él y otros profesionales de la salud habían improvisado fuera efectivo. A través de la colaboración conjunta, lograron estabilizar a numerosas personas heridas.
El testimonio del doctor Toapanta concluye con un sentimiento de pesar por las vidas perdidas en el accidente y un llamado a la reflexión. Agradece a Dios por haberle dado vida a él y a su esposa, quienes estuvieron a escasos metros de formar parte de la tragedia.