Más de la mitad de contenedores de basura en Quito están dañados y el 52 % no puede ser reparado
La basura es otro problema visible que tiene Quito y que recibe críticas de quienes piensan que a la alcaldía de Pabel Muñoz le falta gestión.
El desgaste de los contenedores es evidente: tapas rotas o inexistentes, material oxidado, palancas dañadas. Todo esto provoca la dispersión de los residuos que genera suciedad y mal aspecto en la ciudad.
De los 5 600 contenedores que hay en Quito, 3 985 no están en buenas condiciones y 2 103 no pueden ser reparados.
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La Empresa de Aseo de Quito (Emaseo) asegura que apenas en noviembre de 2024 se reemplazarán los contenedores. Esto, como parte de un programa integral que incluirá la adquisición de una nueva flota de vehículos.
El urbanista Fernando Carrión cree que el sistema de recolección de basura de la capital ya debió dar un giro, pero son cambios que, por ahora, no ve en esta administración.
"La recolección de la basura no es buena porque no tenemos la tecnología y es cara; sale mucho más caro que en Guayaquil, por ejemplo. Tenemos que hacer cambios", señaló.
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A su criterio, uno de los "grandes problemas" que tiene la ciudad es Emaseo.
"De las 12 empresas que tiene el Municipio de Quito, solo una se autofinancia. El resto, mediante subsidios, y una de ellas es la basura, que cobra la tasa de basura y no es capaz de autofinanciarse".
El siguiente paso es la construcción de un complejo ambiental, del que solamente está seguro el terreno
El depósito final de los residuos también tiene limitaciones. Cada día salen 2 100 toneladas de basura y que el relleno sanitario, que funciona desde 2003, tenía una expectativa de 15 años de funcionamiento. Las administraciones solo han hecho ampliaciones para alargar su vida útil.
La del alcalde Pabel Muñoz construye el último cubeto antes del cierre definitivo del relleno; ya tiene un avance del 93 %, según explica Pablo Moreno, gerente de Operaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos (Emgirs).
"Esto nos va a permitir ampliar por 30 meses más la vida útil del relleno santitario. Es decir, vamos a tener garantizada la disposición final del actual relleno hasta diciembre de 2026. Tendrá un costo de USD 5 millones", señaló Moreno.
Lo que viene después es la construcción del complejo ambiental, del que, por ahora, lo único seguro es el terreno. Tiene una extensión de 119 hectáreas y una vida útil de 49 años.
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Carrión dice que no habrá complejo que aguante tanta basura, si la municipalidad, desde ahora, no impulsa un plan macro de reciclaje y de aprovechamiento de residuos. Este fue otro ofrecimiento del alcalde cuando asumió el cargo.
"Porque vamos a generar menos basura, ojalá sí; pero sobre todo porque vamos a aprovechar la basura que estamos generando: compostaje, reciclaje, generación de electricidad", ofreció Muñoz.
Por ahora, Emaseo ha puesto en marcha un plan de recolección diferenciada en tres sectores de la capital, que esperan ampliarlo en septiembre.