Las pugnas internas han marcado la vida política de la Izquierda Democrática
Momentos difíciles se viven al interior de la Izquierda Democrática (ID-lista 12) con la designación de Carlos Rabascall Salazar como candidato a la Presidencia de la República. De hecho, cuatro impugnaciones se presentaron ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de directivos de esa tienda política. Se oponen a las primarias del pasado 16 de agosto, en las que se proclamó a Rabascall y Alejandra Rivas Mantilla como su binomio para las elecciones de 2025.
Tampoco están de acuerdo con la lista de posibles candidatos a la Asamblea Nacional y parlamentarios andinos, lo cual ha generado una profunda crisis a la interna. Con esto se muestra una vez más que los desacuerdos y ruptutas han sido constantes en la ID, principalmente desde 1992, cuando Rodrigo Borja Cevallos terminó su periodo en la Presidencia de la República.
Históricamente, el partido naranja siempre se ha caracterizado por ser una de las agrupaciones más sólidas y de gran trayectoria en el país, pero también ha estado marcado por dificultades que han mermado su peso político. Esto se demuestra en la baja cantidad de escaños obtenidos en el Parlamento y poca presencia en otros estamentos como alcaldías, prefecturas, etc.
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Por ejemplo, en 1988, tuvo 29 escaños en el Congreso y esa cantidad de diputados jamás se volvió a repetir. De ahí, el mejor resultado que obtuvo fue 18 asambleístas de 137 en 2021, con Wilma Andrade a la cabeza, pero dos años después no se presentó una lista nacional.
En la actualidad, las discrepancias vuelven a darse por la candidatura de Rabascall. Andrés Vallejo Arcos, dirigente histórico de la ID, no está de acuerdo con esa designación. Tampoco con las impugnaciones presentadas ante el TCE. "Estoy muy preocupado porque lo peor lo peor que le puede pasar al partido es que no haya candidatos y la acción que están tomando nos está llevando a eso".
Como fundador de partido, "sin estar de acuerdo con que haya escogido a ese candidato, creo que se debe actuar con mucha prudencia y sensatez porque sería la segunda vez consecutiva que el partido se queda sin candidatos, lo cual sería fatal". Con esto, Vallejo hizo referencia a los comicios anticipados del año pasado en los que la ID no tuvo aspirantes.
Pese a las críticas, la presidenta nacional del partido Naranja, Analía Ledesma García, ha señalado que las primarias en la ID han sido un ejemplo de un ejercicio democrático. Se hecho el escogimiento de sus precandidatos para parlamento andino, lista de asambleístas nacionales, provinciales y de circunscripciones especiales del exterior y su binomio presidencial.
A su juicio, la democracia es evidente. "Aunque no hayamos coincidido en personas hemos respetado la voluntad de las mayorías.Todo este proceso gestionado por el Consejo Nacional electoral de ID y con la veeduria del órgano electoral del país".
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Freddy Ehlers y su candidatura presidencial
Otro de los momentos difíciles se dio en 1996 cuando Freddy Ehlers Zurita se lanzó como candidato a la Presidencia de la República. Marcelo Vásconez -integrante de la ID- contó a Ecuavisa.com que al director del programa La Televisión lo consideraban un amigo de la casa. Tenía una gran amistad con Francisco Borja Cevallos, quien es hermano del expresidente Rodrigo Borja y también era uno de los periodistas del espacio televisivo que el mismo Ehlers dirigía.
“Junto a Fernando ‘corcho’ Cordero, exalcalde de Cuenca y exministro del correísmo, fueron al partido a decir que tienen otro movimiento y queremos entrar a la Izquierda Democrática con una alianza para que Ehlers sea el candidato a la Presidencia de la República”. En ese tiempo, los nombres de Ramiro González Jaramillo y Andrés Tarquino Páez Benalcázar sonaban como serios aspirantes para llegar al Palacio de Carondelet por su fortaleza ideológica. Se los veía como los que podían seguir la batuta a Rodrigo Borja y Raúl Baca Carbo, quienes han sido considerados los líderes históricos.
Finalmente, Ehlers se lanzó por Pachakutik con el apoyo de la ID. Obtuvo 785 124 respaldos, a escala nacional, que significaron 20,61% de la votación, ubicándose por detrás de Jaime Nebot Saadi y Abdalá Bucaram Ortiz, quien se proclamó como Primer Mandatario. “Se dio una pequeña pugna en la ID. Un sector respaldó a Ehlers con su movimiento Nuevo País que finalmente no llegó a ser reconocido oficialmente en el CNE (...) Hubo un punto de fricción con Páez y González, quien luego optó por la Prefectura de Pichincha y le fue bastante bien porque ganó”.
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La salida de Jorge Gallardo Zavala y Raúl Baca Carbo
Tras las elecciones de 1996, Jorge Gallardo Zavala quedó como presidente de la ID. Era una época difícil en la que había divisiones e inconformidad, pues a un sector no le cayó bien el respaldo a la candidatura de Ehlers. A esto se suma que Rodrigo Borja se negó a apoyar al Gobierno interino de Fabián Alarcón Rivera.
Eso provocó que Raúl Baca renunciara su puesto de diputado y se desafiliara con otros antiguos militantes. Alarcón lo nombró como ministro. No obstante, su paso por esa Cartera de Estado estuvo plagado de críticas, principalmente por los constantes apagones eléctricos.
Dos años después, uno de los dirigentes más importantes, Gallardo Zavala, se proclamó independiente y fue compañero de fórmula de Frank Vargas Pazzos en los comicios de 1996. Previo a esto, en 1988, Gallardo fue ministro de Economía de Rodrigo Borja y tenía serias aspiraciones de ser candidato a presidente por la Izquierda Democrática, pero no lo tomaron en cuenta. Por eso, "se fue con otros militantes del partido, especialmente de la Costa (...) Ese fue otro punto de fricción y de disminución de simpatizantes de la ID", contó Vásconez.
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La injerencia del correísmo y la alianza por la candidatura de León Roldós
Antes de la aparición de Rafael Correa Delgado como candidato a la Presidencia de la República, en 2006, por Alianza País, Martha Roldós Bucaram, hija del fallecido mandatario Jaime Roldós Aguilera, propuso una alianza entre la ID y el partido Red Ética y Democracia (RED-lista 29) para que su tío y exvicepresidente de la República, León Roldós Aguilera, sea su candidato presidencial.
La Izquierda Democrática puso a González como aspirante a la Vicepresidencia, por lo que renunció a la Prefectura de Pichincha, en donde permaneció por seis años. Su salida se dio en medio de una pugna interna para saber quién lo iba a reemplazar. Hubo un punto de quiebreporque en un sector de las bases se habló que el presidenciable debe salir de la misma ID y se creía que León Roldós no los unía a ningún proyecto político.
Finalmente se quedó Gustavo Baroja Narváez al frente del Consejo Provincial, pero a finales de 2008 se desafilió de la ID y se lanzó como candidato al mismo cargo por el correísmo, obteniendo el triunfo y permaneció como prefecto por 11 años hasta 2019. Asimismo, Paola Pabón Caranqui, expresidenta del núcleo de juventudes de la Izquierda Democrática, pasó a unirse a las filas de la Revolución Ciudadana (RC) en donde ha ocupado varios cargos importantes y también fue asambleísta.
Asimismo, González Jaramillo pasó a la RC, pero en 2012 formó su propio partido político, Avanza, con el objetivo de actualizar los principios doctrinales de la socialdemocracia de la ID al contexto actual. Se alineó a la RC y ocupó varios puestos estratégicos durante la gestión de Rafael Correa como exministro de Industrias y expresidente del consejo directivo del IESS.
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La pérdida de la sede y desaparición
En 2012, Páez pasó ser cuadro del movimiento del expresidente Guillermo Lasso Mendoza, Creando Oportunidades (CREO). A la par, la ID vivía momentos críticos porque había división con dos directivas.
Una encabezada por Dalton Bacigalupo. Otra, por Henry Llanes, quien contaba con el apoyo de Páez que era asambleísta. Las diferencias eran irreconciliables y la disputa por el poder se hizo pública. Por eso, el Consejo Nacional Electoral (CNE), tras ambiguas decisiones, congeló el trámite de reinscripción de esta organización hasta que se llegue a un acuerdo. El 9 de julio de 2013, el CNE oficializó la desaparición de la Izquierda Democrática, tras unas elecciones en las que no pudieron presentar lista de candidatos a ninguna dignidad.
Un mes después, a inicios de de agosto del mismo año, El Municipio de Quito decidió revertir la donación del terreno en donde se encuentra el edificio de la Izquierda Democrática y por lo tanto iba a tomar posesión. Los dirigentes del partido en ese tiempo impugnaron la decisión, pues aseguran que no existen razones para ello y que ni siquiera se les dio derecho a defensa.
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La recuperación en 2017 y la candidatura de Xavier Hervas
El 18 de agosto de 2015, la ID volvió a ser inscrita en el CNE, manteniendo la lista 12. Wilma Andrade fue elegida como representante legal de la organización.
Tras la recuperación, el empresario Xavier Hervas Mora fue elegido como candidato a la Presidencia de la República, en 2021, pese a que no estaba afiliado al partido. Obtuvo el cuarto lugar en la primera vuelta, superando a políticos de trayectoria como Lucio Gutiérrez Borbua y César Montúfar. También logró 18 asambleístas que lo dejaron como la tercera fuerza del Parlamento.
En esos momentos se respiraba un aire positivo como los viejos tiempos del partido, en la década del 80, en el Congreso Nacional. Sin embargo, un año después, se dieron más problemas. La bancada de la ID se dividiría frente al proyecto de Ley de Aborto por Violación. Además, en marzo de 2022, el Comité de Ética expulsó a Alejandro Jaramillo, excoordinador de la bancada legislativa. La causa era que sus pronunciamientos “ponen en tela de duda la honorabilidad histórica” del ID.
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De otro lado, el entonces presidente Lasso denunció a Hervas de canjear los votos del partido naranja con el fin de que se lo exima del pago de impuestos. Asimismo, con los legisladores Alejandro Jaramillo y Johanna Moreira surgió una facción disidente dentro de la Izquierda Democrática.
El 2 de agosto de 2022, Hervas anunció su desafiliación. Dijo que el partido ya no tiene los ideales que le llevaron a afiliarse el 20 de marzo de 2021. A ese tiempo, la Izquierda Democrática ya atravesaba por varios problemas internos. La ruptura en la bancada legislativa era una muestra de lo que sucedía. Una muestra fue que los asambleístas Alejandro Jaramillo y Johanna Moreira fueron separados, y con ellos otros tres legisladores.
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Ellos respaldaban a Enrique Chávez Vásquez como presidente del partido, quien fue oficialmente proclamado por el CNE, como encargado.En sus últimos pronunciamientos, Chávez indicaba que no podía concretar acuerdos con Hervas.
En medio de esa pugna, el 12 de septiembre de 2023, el CNE registró a Ledesma como presidenta nacional luego de que el Consejo Ejecutivo del partido naranja retiró el encargo a Chávez, quien fue suspendido por el comité de ética.
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