Muerte cruzada: ¿quién genera la conmoción interna?
Este 24 de junio de 2022, los asambleístas correístas de UNES iniciaron el trámite para destituir al presidente Guillermo Lasso, en el marco del paro nacional que cumple su décimo segundo día. La argumentación de esa bancada es que existe una conmoción social y una grave crisis política. Esta esta es la segunda vía que establece la Constitución de Montecristi para llamar a muerte cruzada.
En la carta solicitan al presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, dar inicio al procedimiento de destitución del Primer Mandatario; la asambleísta firmante Patricia Núñez, deja ver algunos de los argumentos que serán utilizados para buscar la salida del Presidente.
Por ejemplo, que el propio Guillermo Lasso firmó dos decretos ejecutivos en los que reconoce que existe conmoción social. Uno fue derogado y otro está todavía vigente; en ambos casos se declara estado de excepción para evitar desmanes durante las movilizaciones de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
¿Es Guillermo Lasso el responsable de la conmoción interna?
El abogado constitucionalista, Ismael Quintana cree que la Asamblea debe demostrar que esa conmoción social fue provocada por el presidente Lasso, y bajo su criterio, ese va a ser un verdadero desafío para los legisladores del correísmo.
El especialista no duda que el país está viviendo un escenario de conmoción, por el contrario, relata los hechos violentos que marcan el ritmo de estos 12 días de enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes. Sin embargo, argumenta que no habrá suficientes elementos para demostrar que ese escenario fue empujado por el Primer Mandatario.
Por el contrario, también se puede sugerir que la conmoción la ha creado la dirigencia de la Conaie por negarse a dialogar y no controlar los focos de vandalismo en las calles. El Gobierno de Lasso ha insistido en conversar.
La abogada María Dolores Miño, en cambio, cree que el debate no se centra en la responsabilidad del Jefe de Estado. Por el contrario, dice que la crisis política es una situación de ingobernabilidad, derivada de la imposibilidad de las facciones políticas de llegar acuerdos.
"No necesariamente debe ser provocado por el Presidente, solo basta con que se verifique y no sea posible de controlar", dice Miño.
En eso coincide la abogada y analista Ximena Ron. A su criterio, se pueden identificar responsables en el discurso político, pero en lo jurídico basta con demostrar lo evidente: que hay conmoción.
Sin embargo, la Ley de la Función Legislativa, así como la Constitución son ambiguas en este punto. Bajo la mirada del jurista Mauro Andino, no está claro bajo qué parámetros se considera la existencia de la conmoción interna y crisis política.
En lo que sí coinciden todos los expertos consultados por Ecuavisa.com es que la decisión está netamente en el campo político. Es decir, no importa que se demuestre o no la tesis planteada por el correísmo, lo único que determina ese camino son los 92 votos que consolidan la muerte cruzada.
Hasta el momento no existen esa cantidad de consignas en el Parlamento; Andino y Quintana tampoco creen que ese escenario sea viable a futuro, aunque Ximena Ron cree que todo puede pasar y que no hay que ignorar que ahora UNES integra la nueva mayoría.
¿La oposición tiene responsabilidad en el escenario de crisis política?
Ismael Quintana cree que la oposición es quien ha generado el clima de vandalismo, para desembocar en conmoción interna, el argumento que desemboca en la destitución del Presidente; sin embargo, enfatiza en que también debe cumplirse con el escenario de crisis política y en ese punto cree que pueden empujarse condiciones para demostrar esa tesis.
La jugada del correísmo, para Andino podría tener dos objetivos más allá de la muerte cruzada. Pueden intentar presionar al Gobierno que él active primero ese mecanismo y termine su mandato en los próximos seis meses, esto le favorecería al Ejecutivo, porque tendría las funciones del Legislativo durante ese tiempo.
El otro interés puede ser acorralarle al Presidente para que ceda en las peticiones de la Conaie que empujan al paro nacional y que dé una vez concrete los intentos de diálogo.
El presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, tiene al menos 24 horas para convocar al Pleno para debatir la destitución de Lasso.