Un juez ordena que Jorge Glas recupere su pensión vitalicia y que le paguen todo lo que dejó de cobrar: $ 139.717
El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, ha recuperado su pensión vitalicia gracias a la decisión del juez Eleuterio Aguilar Heredia, quien ha ordenado al Ministerio de Finanzas que restablezca el pago que le había sido suspendido por estar condenado por delitos de corrupción.
Glas, quien fue vicepresidente durante la presidencia de Rafael Correa, fue sentenciado a seis años de prisión por asociación ilícita en 2017 por el caso Odebrecht.
El exfuncionario también tiene una sentencia de ocho años de prisión por el delito de cohecho agravado en el caso Sobornos 2012-2016. Pero Glas salió de la cárcel en noviembre de 2022 amparado en una medida cautelar emitida por un juez de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Jorge Glas logra unificación de penas
El juez Aguilar Heredia, del cantón Balsas (El Oro), acogió una acción de protección y dispuso que se reintegre el pago de la pensión vitalicia a Jorge Glas, que comprende un monto mensual de $ 4.507.
Pero lo dictado por este juez no queda allí. Además ordena al Ministerio de Finanzas que en un plazo de 10 días le pague a Glas todas las pensiones vitalicias que dejó de percibir desde septiembre de 2020 hasta abril de 2023, lo que equivale a $ 139.717.
La pensión vitalicia es un beneficio que se otorga a los exmandatarios y a sus cónyuges después de que han servido al menos cuatro años en el cargo. El monto de la pensión depende de varios factores, incluyendo la duración del servicio y la edad del exfuncionario.
Glas solicitó la restitución de su pensión vitalicia después de que se confirmara su condena en 2019. Sin embargo, Finanzas le negó la solicitud argumentando que el exvicepresidente no cumplía con los requisitos necesarios debido a su condena.
La decisión judicial ha sido bien recibida por los partidarios de Glas, quienes han argumentado que la negación de su pensión vitalicia era una violación de sus derechos.
Por otro lado, los oponentes han criticado la decisión, argumentando que Glas fue condenado por corrupción y no merece recibir un beneficio financiero del Estado.