Iza y su ambigüedad sobre la Constitución: que la Asamblea saque a Lasso es legal, pero que él disuelva el Parlamento, no lo es
Aunque la Corte Constitucional aún no resuelve sobre el pedido de juicio político contra el presidente Guillermo Lasso, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) llegó a la sede del organismo en Quito para presionar a los jueces para que permitan a la Asamblea Nacional interpelar (y cesar) al Mandatario.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie, advirtió a los jueces que "por la vía que sea" está en manos de la Corte Constitucional decidir cómo sería la salida de Lasso. "No esperen que el pueblo se levante para reaccionar", les lanzó la advertencia.
El dirigente indígena citó la Constitución para decir que si la Asamblea se empeña en sacar a Lasso de Carondelet esa es "una vía constitucional y legal", pero cuando le preguntan sobre la muerte cruzada, entonces ya no cita, sino que interpreta a su manera la Carta Magna.
Para Iza, si el Presidente decidiera disolver el Parlamento, como se lo permite la Constitución, eso "sería una dictadura". "No lo podemos permitir".
Según el organizador de las dos últimas grandes protestas que dejaron millonarias pérdidas al país, esta vez no ha llegado a Quito a protestar, sino a hacer un plantón pacífico -en el que amenaza- para que la Corte haga lo que él cree que es constitucional y no lo contrario.
El artículo 148 de la Constitución dice que “el presidente de la República podrá disolver la Asamblea Nacional cuando, a su juicio, esta se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional”.
Eso fue lo que citó Iza en su marcha hacia la Corte.
Pero el texto también plantea otras dos causales para disolver la Asamblea: “si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna”. Iza también las leyó, pero allí se detuvo.
No observó que en estas dos últimas causales no se menciona que se requiera un dictamen previo de la Corte Constitucional, pero aún así Iza pide vigilar a la Corte en caso de que esos motivos sean invocados.
Pero hay otro camino, más fácil, según Iza. Dijo que "Lasso también tiene la opción de renunciar" ya que, a su juicio, no está cumpliendo con su plan de gobierno.
“El Gobierno no puede en este momento, tan deteriorado, implementar un proceso utilizando este mecanismo, un proceso dictatorial”, insistió el dirigente de la Conaie, a la espera del pronunciamiento de la Corte, cercada por un plantón permanente que -como lo advierte Iza- dependiendo de su respuesta, puede convertirse en cualquier momento en una manifestación que ya no será pacífica.
Antes de dejar advertidos a los jueces constitucionales de que no pueden hacer otra cosa que lo que a él le parece bien, Iza y los suyos fueron hasta la Asamblea que quiere defenestrar a Lasso.
Carpeta en mano, Iza fue a entregar un proyecto de Ley de Aguas, y como no es cualquier actor político, fue recibido por el mismísimo presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, quien ha negado que tenga una aspiración conspirativa contra Lasso y jura que no sueña ser el Fabián Alarcón del nuevo siglo.
No todos los días puede un dirigente social ir a la Asamblea a dejar una carpeta con un proyecto y ser recibido por el titular del Legislativo. Juntos, pero no revueltos, bien podrían decir luego de la foto, pero que dos operadores de la inestabilidad democrática se encuentren, eso si es un golpe... de suerte.
Los tiempos corren en la Corte pero también en la Asamblea, donde en poco más de un mes cambiarán las autoridades y Saquicela, firmante del apoyo para sacar a Lasso, sino escala en el poder, volverá a ser lo que fue: uno más en el plenario, a menos que el Presidente decida mandarlos a todos a sus casas, así no le guste a Iza.