Carrillo rompe el silencio tras su salida del Ministerio del Interior: siente que Lasso lo dejó solo ante la crisis política y el caso Bernal

El ex ministro del Interior, Patricio Carrillo, habló por primera vez luego de varias semanas tras su salida del Gobierno de Guillermo Lasso. Lo hizo en el programa Políticamente Correcto de Ecuavisa, en el que consideró que el presidente lo dejó solo ante la crisis política y la de la Policía tras el femicidio de María Belén Bernal.

Carrillo empezó por admitir que en este caso se cometieron “muchísimos errores”, pero que otros sectores medraron atrás del mismo por una aparente ambición política.

“Fui yo quien pidió la depuración y transparencia en la institución, que se actúe con firmeza ante lo sucedido”, dijo Carrillo en una entrevista exclusiva difundida este domingo, 13 de noviembre.

Carrillo cree que, a diferencia de su idea inicial de mostrar a los responsables por todas las acciones y omisiones del caso, ahora "el Gobierno lo maneja con espíritu de cuerpo".

María Belén Bernal fue asesinada dentro de la Escuela de formación policial en Quito hace dos meses y el principal sospechoso de su asesinato es su esposo, el teniente Germán Cáceres, actualmente prófugo. La única persona detenida por este caso es la cadete Joselyn Sánchez, cuya defensa dice que ella también es víctima del oficial.

Carrillo enfatizó que cuando este caso sucedió, él se encontraba en Estados Unidos, adonde había viajado para asistir al matrimonio de su hija. No considera que el viaje haya sido un error, pero sí confiar en que "la Policía lo resolvería de una forma técnica".

Pero contó que cuando se enteró del caso regresó al país y se encontró con que "la Policía no tenía un plan de búsqueda" y eso, según él, demostró que “algo oscuro” se había manejado.

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Entonces resaltó que apenas se elaboró el plan de búsqueda que él había pedido, después de 96 horas ya se encontró el cuerpo de la abogada Bernal, lo que ocurrió el pasado 21 de septiembre en un cerro cercano a la escena del crimen.

"¿Por qué no quiso actuar la Policía de forma profesional? eso hay que preguntarle a ellos", reflexionó el exministro, mucho más cuando se habló de permisos indebidos y de que -como reveló Ecuavisa- se supo que la noche del crimen Cáceres llegó en estado de embriaguez a cumplir su guardia.

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Consultado por este tema, Carrillo no atinó a decir si resultaba incómodo para el Gobierno, aunque al final él fue el único que salió del puesto por el caso Bernal. Los oficiales que Lasso había dispuesto el fin de su carrera continúan hasta ahora y el plazo de una semana que dio para encontrar a Germán Cáceres ya pasó hace más de un mes.

Pero Carrillo Rosero dijo sentirse satisfecho con su trabajo y de haber sido un “ministro incómodo” para quienes estaban viendo afectados sus intereses debido al combate a las economías ilegales en su gestión al frente del Ministerio del Interior.

Eso sí, no se rehusó en decir que el presidente Lasso sí se sintió presionado para prescindir de él y cuando se le preguntó si considera que al final de todo Lasso lo dejó solo, respondió con un rotundo "yo creo que sí".

En el programa Políticamente Correcto se transmitió el cuestionamiento de la madre de María Belén Bernal, Elizabeth Otavalo, al exministro del Interior Patricio Carrillo, sobre por qué la madrugada del 21 de septiembre fue un equipo de la Policía al cerro Casitagua, donde ese día encontraron el cuerpo, sin acompañamiento de la Fiscalía y de los abogados de la familia.

"¿Qué ocultaban o fueron a crear una escena del crimen?", preguntó Otavalo.

Carrillo respondió que la parte operativa le corresponde la Policía y la investigación la dirige la Fiscalía, "eso no le corresponde al Ministro, yo solo pedí un plan de búsqueda y al amanecer de ese día me informaron que habían encontrado unos indicios en el cerro Casitagua".

Aseguró que las omisiones alrrededor de este caso debe determinarlas la Fiscalía y la institución las debe transparentar, pero enfatizó que "el único culpable del femicidio es Germán Cáceres y debe responder ante la Justicia".

Carrillo también fue consultado por la gestión del Ministerio del Interior en el campo de la seguridad, ligado estrechamente a la crisis carcelaria.

Dijo que los actos de terrorismo se producen cuando actores de las economías ilegales y de la política se unen.

Respecto a lo primero, cree que los recientes traslados de internos en el sistema penitenciario "van a tener una efectividad temporal" porque no se han reubicado a los cabecillas de las bandas, sino a grupos masivos.

A su criterio, la posibilidad de que continúen los actos de terrorismo de inicios de noviembre se mantiene debido a que existe fuerzas políticas y economías ilegales que la respaldan. "Por eso hay que trabajar en Inteligencia", recomendó.

Y se preguntó por qué se caen los procesos de contratación para dotar de tecnología a las prisiones. Cree que "alguien impide que esos procesos públicos se concreten".

Carrillo aseguró que desde el 2010, su generación policial era parte de la reducción de delitos en el país. Y enfatizó que en su gestión de ministro desarticuló importantes bandas, como la de Leandro Norero, "que mueve miles de millones de dólares, que están asociadas con contratación pública y corrupción".

Además enlistó otras posibles razones que presionaron para su salida del Gobierno.

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"Muchas personas estaban interesadas en que salga un ministro que estaba afectando a las economías ilegales con vínculos a políticos".

Carrillo no duda de que el crimen organizado permea en todas las instituciones: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

No identificó a un responsable, pero aseguró que "no son los que están detenidos, son los que se están beneficiando de la economía ilegal y de los que buscan un beneficio a nivel político".

Carrillo aseguró que la crisis política "se resuelve en la medida en la que entendamos la amenaza de inseguridad. Y la amenaza es la economía ilegal que está superando a la economía formal, a través de mecanismos como mercado de valores, el sistema financiero, cooperativistas, el mercado inmobiliario y hasta la construcción de obras públicas.

En ese sentido mostró su preocupación de que los próximos alcaldes y prefectos tengan vinculaciones con el narcotráfico y el crimen organizado.

"Temo que no se ha hecho nada por revisar el financiamiento de las campañas de autoridades, sobre todo en lugares conflictivos. Revisar eso le corresponde al CNE y debe valerse del sistema de Inteligencia".

Explicó que en la cadena del narco, Ecuador es estratégico por el lavado de activos que se vale de muchas formas para blanquear el dinero sucio.

Carrillo, aunque ya no es ministro, debe afrontar cuatro pedidos de juicio político tras su gestión. "El costo de asumir una responsabilidad pública es alto y las recompensas son mínimas", finalizó.