Aquiles Álvarez se abre un frente contra el prefecto correísta, Leonardo Orlando, de quien dice estar decepcionado
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, insiste en que la denuncia presentada por el Gobierno Nacional contra él, sus dos hermanos y otros por presunto comercio irregular de combustible es una retaliación de parte de la Administración de Daniel Noboa por el reclamo público que hizo por varios meses con respecto a la garantía soberana para que el Cabildo porteño acceda a un crédito del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Este miércoles 17 de julio, en su enlace radial semanal, el funcionario señaló:
Es obvio que la reacción después de confrontar es esta denuncia.
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Álvarez subrayó que aún no ha sido notificado de algún procedimiento por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE). "Ni siquiera sé dónde está la denuncia", enfatizó.
De manera preliminar, dijo que ni él ni sus hermanos han incurrido en delito alguno, pero que no tiene inconveniente en colaborar con la investigación.
Por otra parte, puntualizó que se siente decepcionado del comportamiento del prefecto de Manabí, Leonardo Orlando, quien también solicitaba una garantía soberana al Gobierno Nacional para acceder a un crédito de más de 43 millones de dólares para obras de vialidad en el centro-sur de la provincia costera.
Estoy decepcionado de Leonardo Orlando por estar atrás del presidente rogándole por una garantía soberana, por hacer un show por un papel que tienen que dárselo por obligación para que el pueblo tenga obras.
Tanto Álvarez como Orlando llegaron a sus cargos auspiciados por la organización política Revolución Ciudadana.
La relación entre Noboa y Álvarez ya era distante desde antes de la denuncia presentada por la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables.
El caso también está siendo indagado en la Asamblea Nacional por un grupo de legisladores de ADN que han conformado el Frente Parlamentario contra el Tráfico Ilegal de Combustible y sus Derivados. Este martes, en una rueda de prensa, la parlamentaria Lucía Jaramillo describió cómo habría operado "el supuesto esquema de contrabando de combustibles" de la empresa donde el alcalde de Guayaquil tiene acciones.
En un tono más agresivo, el alcalde calificó a Jaramillo como "niña vaga" y conminó a los legisladores a que "fiscalicen lo que quieran".
Jaramillo, en cambio, respondió que iba a presentar una demanda contra Álvarez por violencia política.