Mons. Antonio Arregui habla sobre la visita y el mensaje del papa Francisco
9 de julio de 2015. El arzobispo de Guayaquil se refirió también a las familias y al Estad
En las dos visitas papales a Ecuador, el monseñor Antonio Arregui ha tenido la oportunidad de estar muy cerca de ambos pontífices. En su visita apostólica a una nación, para el arzobispo de Guayaquil, los puentes que aspira atender el vicario de Cristo son los siguientes:
Por una parte, el puente más importante es el que este hace entre cada persona y el mismo Dios, pero eso se ramifica en otros numerosos puentes, que tienen que ser los tendidos hacia los hermanos, después entre los grupos y por último entre todo el conglomerado mundial entre las naciones. El papa es incansable en esa tarea de encaminar a la humanidad hacia una sola familia que reconoce a Dios como padre.
Esta visita dejó algo estupendo y eso es que ha logrado mantener la figura del santo padre en un plano diferente del que es nuestra diaria tensión y pelea por motivos políticos.
La fermentación de clima de diálogo, de fraternidad que nos ha inspirado la necesidad de que nuestra sociedad sea como una casa de familia donde todos se conocen, se ayudan mutuamente y se respetan cada uno en su propio desarrollo.