El Morro, un paraíso natural que combina la belleza del manglar con el avistamiento de pájaros

En el norte del Golfo de Guayaquil hay un paraíso natural que es hogar de una amplia biodiversidad: se trata del refugio de vida silvestre de los manglares de El Morro.

Es un ecosistema único en el mundo, que combina la belleza del manglar con la majestuosidad de formaciones rocosas. Entre sus atractivos destacan los llamados "farallones", que son islotes de matorrales secos espinosos.

"Este sitio sirve para dormidores de aves. Es un atractivo turístico de Guayaquil, Posorja, y de Puerto El Morro", relata un guía.

En este refugio de vida silvestre se pueden encontrar más de 200 especies de aves, entre ellas fragatas, pelícanos, gaviotas y cormoranes.

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Aquí están presentes cinco de las siete especies de manglar que existen en Ecuador. Pero a diferencia de otros, estos estuarios tienen mayor influencia de las aguas saladas, por su cercanía al océano Pacífico. Por eso, aquí la naturaleza se despliega en todo su esplendor.

Durante el rodaje de este reportaje, un grupo de 12 delfines escoltó al equipo de Ecuaterra. Incluso entre ellos nadaba una cría. Pero como todo oasis de vida, este refugio silvestre enfrenta amenazas, las principales: la expansión de la industria acuícola, la pesca ilegal y la contaminación.

"En los manglares se ven botellas de plásticos de un solo uso, espumafón, incluso se ha encontrado refrigeradores. Esto ocurre por las escalas aguas arriba, en esta zona hay salida del mar. Toda la basura que llega a la cuenca alta impacta en la zona del refugio", relató Óscar Vásconez, administrador del refugio de vida silvestre.

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Para mejorar su conservación, en noviembre 2021, el Ministerio del Ambiente triplicó la extensión del área protegida pasó de 10 130 hectáreas a 35 373, sumando la parte norte de la Isla Puná.

Un logro de organizaciones ambientales, pero principalmente de los comuneros, quienes son sus guardianes. Santiago Morales, recolector retirado de cangrejo y concha, representa a 36 artesanos.

Ellos realizan unos ocho recorridos de vigilancia al mes, y en su quehacer diario están atentos a cualquier infracción ambiental.

"A nosotros nos beneficia enormemente, porque tenemos mayor cobertura al acceso al manglar (...) cuando hay alguna afectación, le avisamos a las autoridades", contó.

El Morro es uno de los nueve espacios protegidos a escala nacional que tienen ecosistema de manglar. Un lugar propicio para la conservación, turismo y aprovechamiento sostenible.