Huir de Venezuela para triunfar en Guayaquil

Frányela Guerrero, una de las venezolanas que trabaja en el 058 Street Food de Urdesa Central. Foto. ecuavisa.com
23 nov 2018 , 02:30
Redacción

Emprender con la esencia de su tierra y sazón, el secreto de Oriana y Francisco.

En Venezuela …

“Solamente mi esposo y yo nos vinimos y llegamos aquí y no teníamos absolutamente a nadie”…

Ecuador “nos dio la oportunidad de salir adelante, de ser emprendedores, pero (…) siempre tenemos presente a nuestro país, a nuestra gente”…

Entre la primera y tercera frase median 3 años. Oriana Rosales los ha resumido en minutos, pero nada ha sido fácil para ella (26 años) y su esposo, Francisco Galdona (27 años), dueños de 058 Street Food, un local de hamburguesas que ha cautivado paladares en Guayaquil. 

2015. Venezuela. Puerto Ordaz, estado Bolívar. La delincuencia rampante en medio de la ya tantas veces contada crisis de esa nación. ¿La gota que derramó el vaso? porque no podíamos seguir así”, cuenta Oriana, una tarde de noviembre, sentada en una de las bancas de su negocio en Urdesa Central, en el norte de la ciudad. 

Puerto Ordaz-Caracas-Panamá-Guayaquil

. La moneda era el dólar y (Ecuador) era un país que quedaba cerca de Venezuela, donde nuestra familia podría visitarnos”, sintetiza Oriana, contadora pública, en el balance de cómo fue hilando su nueva vida. 

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“Solamente mi esposo (ingeniero civil) y yo nos vinimos y llegamos aquí y no teníamos absolutamente a nadie. Cuando llegamos aquí empezamos a buscar trabajo y no conseguíamos, se nos complicó mucho”. 

Una mano adelante y otra atrás…

“Hacía mucho calor, mucho más calor que allá en Puerto Ordaz. . Solamente estábamos mi esposo y yo y no teníamos tantos venezolanos, no había venezolanos, en realidad. Era muy raro que vieran un venezolano; lo escuchaban a uno y le decían: ‘Oye, un venezolano, mira’.

Una mano adelante y otra atrás… y unos ahorros.

“. Queríamos vender comida, queríamos vender ropa, hasta que nos decidimos por comida y principalmente iba a ser comida venezolana, pero en ese momento aquí no había tantos venezolanos y a lo mejor la gente no iba a venir a probar la comida porque no es lo que acostumbran a comer. No comían arepas, no comían todas esas cosas como ahorita. Entonces ”, explica.

 

 


Foto: Instagram 058

 

 

 

. Allí fue clave el apoyo de un amigo. “Cuando ya habíamos alquilado el local y resolvimos lo que íbamos a cocinar, un amigo que estaba en Venezuela que estudio de chef vino a ayudarnos con todo lo de las recetas. Estuvo 2 meses y luego se fue”.

La respuesta está íntimamente vinculada a su terruño: “Nos dimos cuenta de que aquí las hamburguesas no las vendían como, por decir, en nuestra ciudad. Allí es característico que A ti te entregaban la hamburguesa normal, solo la carne, el pan, las proteínas y tú le colocabas todo ahí. Y a nosotros nos gustaban mucho las hamburguesas e hicimos una mezcla de todas esas cosas. Al principio, a la gente como que no le gustaba pararse, poner allá todas las cosas, pero ahorita como que sí le gusta bastante”, evalúa Oriana, espejuelos redondos, cabello en moño, camiseta y jean. 

A continuación, nos explica es como el 593 de aquí. Y el Street Food es porque íbamos a vender todo tipo de comida de calle como hamburguesas, hot dogs, papas fritas, salchipapas”. 

 

 


Foto: Instagram 058

 

 

 

 

Otra particularidad del negocio, que también cuenta con un local en vía a la Costa, es que allí solo trabajan compatriotas de Oriana y Francisco. “Fue una circunstancia que se fue dando y después cuando ya llevamos como año y medio, porque ellos son, más que todo, los que saben cómo es nuestra comida, la sazón que usamos. Y que las personas también se sientan identificados que este lugar es de venezolanos, que estamos aquí trabajando para que la gente pruebe la mejor comida”, resalta, orgullosa.

. Tenemos rellenas de queso, con pizza en una sola opción, gigantes y opciones grandes. Adicional, tú les colocas todos los vegetales; tenemos 11 salsas y 8 vegetales. Son hamburguesas con otro estilo, no es la tradicional hamburguesa que te entregan, toma y cómetelo así, y solo te ponen salsa de tomate y mayonesa”.

“Ha cambiado bastante porque en ese momento (2015) nosotros no conocíamos a nadie, solo estábamos él (esposo) y yo y poco a poco hemos ido conociendo más personas, tanto ecuatorianos como venezolanos que nos han ayudado y han confiado en nosotros. Hoy en día en difícil iniciar un negocio porque así como hay muchos venezolanos buenos trabajando, también hay varios venezolanos malos. Eso ha hecho que se restrinja bastante lo que es el alquiler de locales y muchas cosas con nosotros. Y en ese momento nosotros recibimos bastante apoyo de los ecuatorianos. Y de ahí, poco a poco, fueron llegando compatriotas que los fuimos ingresando a trabajar aquí. Entonces como que ya tenemos un grupo de amistad, ”.

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“El país nunca se va a olvidar. Todo lo que tenemos aquí es gracias a lo que trajimos de allá también”, menciona. “Nosotros ayudamos a las personas allá porque

“La familia”, responde, de una, Oriana mientras en los parlantes estalla “Única” del reguetonero Ozuna y a una pareja le despachan unas hamburguesas.

 

 


Foto: ecuavisa.com

 

 

 

 

“Tengo 9 tíos y somos 60 primos, sin meter a los hijos de mis primos, y de todos ellos en Venezuela solo me queda mi mamá. Todos mis tíos están viviendo por todo el mundo, tengo muchos primos que no conozco, ni siquiera sé si algún día los voy a volver a ver porque están tan lejos, regados por todas partes y todo por culpa del Gobierno. Si la situación del país no hubiera estado así, nadie se hubiera ido”, critica.

, es lo peor que nos ha pasado a nosotros como venezolanos porque si bien estamos afuera y estamos bien viviendo y ayudando a nuestra familia que está en Venezuela, estamos todos separados”.

“. Yo no sé qué es lo que salvaría a ese país. No hay una esperanza de volver a lo normal. Son unos vendidos, se ponen de acuerdo, lo ganan, no lo ganan. En realidad nunca resuelven nada. El pueblo confía en una opción y todo el mundo se anima y después queda por el suelo porque no es nada de lo que uno esperaba”, recalca con decepción.

La pareja no volvería a Venezuela aunque cambie el régimen. Para fundamentar su motivo, ella reposa, por un momento, su celular en la mesa y, con las manos libres, grafica una especie de cuadro: “No sabemos cuándo se terminará ese Gobierno. Cuando tome las manos, ¿cuánto tiempo se va a tardar en que el país se reconstruya?”.

 

 


Foto: ecuavisa.com

 

 

 

 

“Además, en estos 3 años nosotros ya hemos emprendido aquí, ya nuestra vida está aquí. A pesar de estar lejos de la familia, ya nosotros nos hallamos aquí como si fuera casi Venezuela”. Actualmente también están en Guayaquil el cuñado de Oriana y su esposa.

“Mi esposo viajó a Venezuela una semana y al segundo día me decía que ya se quería venir para acá, que ya extrañaba. ”, opina.

, que, entre otros puntos, propone el combate de la xenofobia, el rechazo a los extranjeros.

Oriana rememora: “No hemos pasado por eso. Por un momento, no sé hace cuándo, creo que como hace un año, el video de unas venezolanas que vendían helado en la calle, que salió en redes sociales y todo, que se burlaban de los ecuatorianos, en ese momento como que sí, pero nunca he sentido así un acto para nada. ”.

“Espero que se arregle esa situación, que el Gobierno se vaya y que ya puedan volver muchos que, como yo, a lo mejor no están siendo exitosos y necesitan volver al país, que solamente están como viviendo el día a día afuera”.