Independencia de Guayaquil | El malecón ha acompañado la historia de la ciudad desde la época libertaria
Guayaquil no puede pensarse sin su malecón. Desde la propia fundación de la ciudad, en el siglo xvi, jugó un papel fundamental en su desarrollo.
La historiadora Jenny Estrada cuenta que todo cambió cuando los puertos se trasladaron al sur, en la década de los sesenta.
Con un protagonismo disminuido, el proyecto de regeneración llevado a cabo entre 1997 y 2001 recuperó el valor histórico y comercial de este ícono urbano.
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El actual gerente de proyectos de la Fundación Malecón 2000 dice que nada se dejó al azar, que su concepción fue sectorizada.
Pero más de dos décadas después, este sitio de referencia enfrenta retos, como el constante mantenimiento que requiere.
El malecón será estratégico en la recuperación de la navegabilidad del río Guayas.
A lo largo de sus dos kilómetros y medio de extensión están contempladas al menos dos estaciones de la fluvivía, el proyecto de transporte fluvial que tiene en mente la actual administración municipal.
La idea es que una en el extremo sur, por la zona del Palacio de Cristal, y exista otro muelle en la calle Junín, por el Hemiciclo de La Rotonda.
Para lo que se contempla, incluso, una expansión del Malecón río adentro.
Así se proyecta hacia el futuro el que es considerado por muchos como el corazón del puerto principal.
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La historia del Malecón 2000
Guayaquil fue levantada finalmente junto al cerro Santa Ana, a la orilla del río Guayas, y la historia del malecón se remonta desde antes de 1820, cuando se llamaba Calle de la Orilla a la vía que circundaba el afluente.
Para 1845 tenía menos de 2 kilómetros de largo con asientos de listones de madera y con lámparas de hierro fundido para iluminarlo.
En 1906 el Cabildo construyó su muro de contención, entre el barrio Las Peñas y la calle Colón, donde se ubicaba el desaparecido Mercado de La Orilla.
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Tradicionalmente, era la primera imagen de la ciudad a los viajeros que llegaban en barco, pues en aquella época la vía fluvial era la mayor vía de comunicación.
Las modificaciones de 1920 toman como modelo lo que veían de algunas ciudades italianas. Inicialmente el sector comprendido entre las calles Aguirre y Junín, se fue nombrado como el paseo de las Colonias Extranjeras, que mediante una normativa acogida en 1931. Pero, finalmente, su nombre cambió al de Malecón Simón Bolívar y desde el año 2000 es uno de los lugares más visitados del país.
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