Guayaquil | La mujer que se casó con un hombre con muerte cerebral asegura que cumplía con su voluntad
El caso del hombre que recibió un balazo en su cabeza, y que estando en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de Guayaquil -con un diagnóstico de muerte cerebral- fue sometido a un matrimonio, aún genera controversia.
La versión de los médicos del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, del IESS, es contundente: el paciente sufría muerte cerebral, lo que hacía imposible que pudiera consentir casarse en ese estado. Franklin Encalada, gerente de la casa de salud, afirmó a Ecuavisa que el hombre era "un vegetal" y que no había manera de que hubiera pronunciado el "sí" necesario para el matrimonio.
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La versión médica es cuestionada por la mujer que contrajo matrimonio con el paciente. Según ella, ambos mantenían una relación de pareja desde hacía tiempo, vivían juntos, tenían una hija y había otra en camino.
De acuerdo a la ciudadana, tenían planes de casarse en octubre y ya habían comprado los anillos. Sin embargo, el 24 de agosto la vida de la pareja cambió cuando el hombre, quien era un guardia de seguridad, fue herido en un intento de robo en su lugar de trabajo.
La mujer asegura que, a pesar de las circunstancias, él estaba consciente en el hospital. Relata que el hombre lloraba cuando ella le hablaba de su hija y de la situación.
Con el apoyo de la familia del hombre, decidieron cumplir lo que interpretaron como su última voluntad: casarse. Se trasladaron al Registro Civil, encontraron una delegada y notificaron al personal de la UCI sobre su decisión.
Adicionalmente, la mujer rechaza que el motivo de las nupcias haya sido una herencia o el cobro de una pensión del IESS.
El momento del matrimonio es, sin duda, el más polémico. Aunque la mujer admite que su pareja no podía hablar, sostiene que le preguntó si estaba de acuerdo con el matrimonio y que él habría respondido de alguna manera. Esto fue suficiente para la delegada del Registro Civil, quien procedió con la ceremonia y los declaró oficialmente casados.
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La funcionaria no ha dado declaraciones públicas, pero su abogado, Santiago Sánchez, defiende la legalidad del proceso. Argumenta que había una intención clara por parte del hombre.
Finalmente, el individuo fue sepultado, pero el caso está lejos de cerrarse. La Fiscalía General del Estado (FGE) inició una investigación para determinar si el matrimonio fue válido y si se respetaron los procedimientos legales, mientras que, por el momento, la unión sigue inscrita en el Registro Civil.