Fiestas julianas: Los bolones se han convertido en una tradición de la sazón guayaquileña
En Guayaquil, cada local que vende bolones intenta diferenciarse innovando con un producto que se destaque de los demás, y en esa intención, el chicharrón se convierte en uno de los complementos ideales.
Hay unos más crocantes y hay otros que son con el cuerito del cerdo, pero en la cafetería K-FTHI, el chicharrón es una fritada. Su propietaria lo explica y dice que efectivamente su local se identifica por usar carne de cerdo. “Nosotros ponemos como fritada, la gente dice que no es bolón de chicharrón, sino es bolón de fritada”, menciona Kathy Vera.
“Ponemos el pedazo de chicharrón al lado del bolón que cuesta USD 2,50 y un bolón mixto USD 3 y damos bastante el jugo del bistec de cortesía”
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Y si se trata de desayunar, el mercado de Sauces 9, en el norte de Guayaquil, es una opción. Ángela Lamana, más conocida como la manaba, tiene bolones desde muy temprano hasta bien tarde. “Así es desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde”.
Aquí se hacen los bolones de queso, chicharrón, de maní, con salprieta, bolón mixto con bistec que tiene un costo de USD 4, “pero bien, bien despachado”, dice Ángela.
“Siempre que venimos a visitar Guayaquil, al primer lugar que venimos a desayunar es aquí a Sauces 9, al mercadito. Es rico, directamente de la batea a la boca”, menciona Edgar Palacios, migrante ecuatoriano.
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El secreto para que salga un buen bolón son las manos, explica Tatiana Cruz, quien también vende bolones en el mercado de Sauces 9. Ella dice que no es tarea sencilla, pero en un día podría amasar más de 150 bolones, “aunque en feriados y fines de semana, puede subir como a 300”, precisa.
Allí, el bolón mixto con huevo y juguito de bistec cuesta USD 2,75 y los fines de semana en este lugar podría haber largas filas, pero dice Tatiana que los clientes no se van.
No hay barrio de Guayaquil donde no vendan bolones. Eso sí, cada hueca se caracteriza por tener su propia esencia y sazón.
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¿Cuál es el origen del bolón?
Aunque es difícil darle un origen geográfico a este tradicional plato de la Costa ecuatoriana, se puede afirmar que el origen se dio precisamente en la campiña de esta región del país.
En el libro Sabores de mi tierra, de la fallecida historiadora guayaquileña Jenny Estrada, se explica que el bolón consiste en un plato que se origina del plátano verde majado que se consumía en los hogares del campo, es decir en las zonas rurales.
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El texto resalta que la receta puede tener el plátano asado, cocinado o frito, incluso en los últimos años el plato ha sido modificado de varias formas y se le han incluido otros ingredientes a los tradicionales que han sido el queso y el chicharrón de cerdo.
De acuerdo a otras investigaciones periodísticas, el bolón pasó de ser una comida que se consumía en casa con el nombre de bola de plátano, a ofrecerse en cafeterías como parte del menú del desayuno. En Guayaquil ocurre esto desde mediados de la década de los noventa y no hay registros de que se lo hiciera antes.
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Posteriormente, y a partir del año 2010, su comercialización ganó un gran espacio a tal punto de que es uno de los platos favoritos de los ecuatorianos y se va convirtiendo en toda una tradición guayaquileña que durante sus fiestas gana protagonismo.