Yaroslav Liesnak, el joven ucraniano que busca venir a Ecuador huyendo de la guerra
Eran las 11:00 del lunes 21 de marzo del 2022 en la frontera de Polonia y Ucrania, al este de Europa. A esa hora, el universitario ecuatoriano Diego Moncayo y su amigo ucraniano, Yaroslav Liesnak, se abrazaron y despidieron.
Era un día nublado y en el ambiente se sentía la tensión del conflicto armado con soldados recorriendo las esquinas y tanques de guerra patrullando las calles. Liesnak lo había acompañado por más de 20 días tras abandonar la capital, Kiev, luego de que estallara la guerra el 20 de febrero. "Mi intención era traerlo a Quito para ayudarlo porque él no tiene familia, pero cuando llegamos a los controles migratorios hubo problemas", relató Moncayo a Ecuavisa.com.
Los soldados no le pusieron trabas al ecuatoriano, pero Liesnak no pudo pasar a Polonia porque tiene 23 años y existe una prohibición de salida para los mayores de edad por la guerra. Moncayo le prometió que iba a traerlo a Sudamérica. Incluso sus padres se comprometieron en hacer todo lo posible para ayudarlo.
Yaroslav no tiene familia. Su mamá lo abandonó cuando tenía siete años y su padre murió por covid-19. Por eso, en la familia de Moncayo encontró un espacio en el que se siente fortalecido.
Diego es el último ecuatoriano que regresó al país desde Ucrania con el apoyo de la Cancillería. Forma parte del grupo de 558 connacionales, en su mayoría estudiantes universitarios, que residían en ese país y retornaron en tres vuelos humanitarios.
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Los últimos ataques
Han transcurrido más de siete meses y la situación no ha cambiado. Yaroslav no puede venir al país y las hostilidades han recrudecido en los últimos días por los ataques con drones kamikaze. En una de esas incursiones, el edificio en donde se alojaba fue destruido y ahora vive en un albergue en el que paga USD 40 mensuales.
"Mi familia le pagó el alquiler", contó Moncayo. Anteriormente le dieron 1 500 dólares para unos trámites que resultaron infructuosos, porque no consiguió los documentos que le permitan dejar su país.
Subsiste de las remesas que la familia Moncayo le envía desde Ecuador. Ha trabajado cuidando gallinas o recogiendo productos del campo, pero lo que le pagan apenas le alcanza para comprar algo de comida, le resulta insuficiente.
Antes de la guerra laboraba como cajero en un supermercado, pero ahora es imposible conseguir empleo. Por eso, la única alternativa que tiene ahora es viajar. "Sueño en Ecuador todos los días. Es un país pequeño, pero muy hermoso con muchas montañas y mar. Por ahí pasa la línea equinoccial".
Debido al recrudecimiento de las hostilidades, Yaroslav ha tenido que viajar mucho y recorrer varias ciudades en los últimos meses. El pasado lunes hubo bombardeos en Kiev y uno de los misiles explotó cerca de uno de los edificios en donde vivía. Por eso está muy asustado. Con Moncayo se comunica todos los días a través de video llamadas. Diego le da ánimos para que resista, pero a ratos nota que su amigo está deprimido y triste.
Rifa de apoyo
Con la finalidad de obtener más recursos económicos para ayudar Yaroslav, la familia Moncayo organizó una rifa. Esta se transmitirá, a las 16:00 de este sábado 22 de octubre, en la cuenta de Facebook de Janeth Mendoza, madre de Diego. Se sorteará un asistente virtual Echo, un cooler con radio AM y FM, un detector de cámara y radar, un nivel láser, así como un premio sorpresa.
El valor de cada boleto es de USD 2,50. En el tiquete dice: "Gran rifa solidaria, todos unidos por Yarik. En tiempos difíciles, la solidaridad puede salvar vidas. Dile no a la invasión rusa en Ucrania".
El objetivo es juntar USD 3 500 para otros trámites y que el joven consiga un documento que le permita salir. Si logra llegar a Quito, ambos tienen previsto montar una empresa de automatización.
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