El volcán La Cumbre reduce sus emisiones de gas y no muestra huellas de ceniza
El volcán La Cumbre, situado en la Isla Fernandina, en el oeste de Galápagos, registró este domingo una reducción del volumen de dióxido de azufre (SO2) y no mostró huellas de ceniza. Así lo informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
Según el reporte diario del IG, el sistema de vigilancia por satélite "Mounts" detectó 1 865,9 toneladas de SO2 en su entorno, una cifra que es menos de la mitad de la que registró la víspera, cuando se clcularon 4 160 toneladas.
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El coloso de 1 476 metros de altura empezó un nuevo proceso eruptivo el pasado 3 de marzo, pero la tendencia de su erupción ha ido en descenso en los últimos días, pese a que su actividad interna y superficial aún es considerada alta por el IG.
Asimismo, los sistemas que vigilan el comportamiento de La Cumbre han detectado algunas anomalías térmicas, lo que concuerda con los cuerpos de lava que se observaron desde que inició el proceso, pese a que estos se han estancado en la pendiente de la montaña y no han llegado al mar.
¿Qué ocurriría si la lava llega al océano?
Si los flujos de lava llegaran al agua, se podrían presentar pequeñas explosiones por el contacto del material incandescente, así como la liberación de gases tóxicos, precisó la fuente.
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No obstante, la erupción de La Cumbre no representa un riesgo, ya que Fernandina es una isla que no está habitada por personas, aunque alberga una fauna autóctona compuesta por iguanas terrestres y marinas, roedores endémicos, culebras, pingüinos y pinzones.
Las Galápagos se ubican unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y están formadas por trece islas que cuentan con varios edificios volcánicos, los más importantes en Isabela y Fernandina.