Tensión migratoria en América Latina por la crítica situación en Venezuela
Varios países ya aplican medidas en sus fronteras para detener el flujo de venezolanos.
Cientos de miles de venezolanos han cruzado las fronteras terrestres hacia Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina en los últimos meses para intentar escapar de la crisis económica, política y social que afecta a su país.
El puente de Rumichaca sufrió una evidente transformación desde este sábado 18 de agosto, cuando Ecuador comenzó a bloquear el paso de venezolanos en sus fronteras terrestres exigiéndoles para ingresar que presenten sus pasaportes, un documento del que carecen muchos, en lugar de simplemente la cédula de identidad, como era hasta ahora.
El último grupo de venezolanos ingresó antes de la medianoche. Luego de ello, las oficinas de Migración de Colombia y Ecuador lucieron vacías.
La semana pasada, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó que desde inicios de este mes más de 5.000 venezolanos llegaron a diario en Ecuador "en condiciones precarias".
Perú anunció recientemente la misma medida, que empezará a aplicarse el próximo sábado 25 de agosto. Solo la semana pasada, unos 20.000 venezolanos ingresaron a Perú, según sus autoridades.
Colombia teme que miles de venezolanos queden varados en su territorio por los controles fronterizos de Ecuador.
Se estima que unas 3.000 personas cruzan todos los días de Colombia a Ecuador por la ciudad fronteriza de Rumichaca.
Naciones Unidas estima que 2,3 millones de venezolanos han huido de la crisis escapando de la pobreza y en busca de trabajo. Colombia ha dado residencia temporal a más de 800.000.
Brasil enviará tropas a su frontera con Venezuela el lunes para contener la situación, luego de que los residentes de la ciudad fronteriza de Pacaraima expulsaron a los venezolanos y quemaron sus improvisados campamentos, en pleno aumento de las tensiones regionales por la inmigración.
El último episodio de tensiones comenzó el sábado temprano en territorio brasileño, horas después de que un comerciante local fuera asaltado y resultara herido en un incidente atribuido a venezolanos en Pacaraima, una ciudad con unos 12.000 habitantes y donde unos 1.000 inmigrantes viven en la calle, según estimaciones de las autoridades.
Decenas de residentes del poblado atacaron los dos principales campamentos improvisados de inmigrantes y quemaron todas sus pertenencias, lo que llevó a muchos venezolanos a cruzar la frontera de regreso a su país.
La situación fue caótica: según testigos, se produjeron disparos, se cerraron las tiendas y se amontonaron escombros en las calles.
"Fue terrible, quemaron las carpas y todo lo que había adentro", contó a la AFP Carol Marcano, una venezolana que trabaja en la ciudad brasileña de Boa Vista y que estaba en la frontera volviendo de su país. "Hubo tiros, quemaban cauchos".
Marcano relató que algunos venezolanos reaccionaron al ataque destruyendo un vehículo con placas brasileñas.
Tres brasileños resultaron heridos en los enfrentamientos, dijo un portavoz de la Policía Militar.
Cientos de venezolanos se lanzan cada día en una trayectoria terrestre para alcanzar Perú, Chile, Argentina e incluso Uruguay.
Perú, que desde hace dos años les otorga un permiso temporal de trabajo, estima que casi 400.000 venezolanos se han establecido en su territorio desde hace al menos un año. El pico fue el 11 de agosto, cuando entraron en un solo día 5.100.
Los enfrentamientos en Brasil tuvieron lugar en medio de un aumento de robos e incidentes violentos en Pacaraima que los vecinos atribuyen a los inmigrantes, mientras el gobierno local habla de falta de recursos para abordar la situación y pide el cierre de la frontera.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela instó el sábado a Brasil a dar "las garantías correspondientes a los nacionales venezolanos y tomar las medidas de resguardo y seguridad de sus familias y enseres".
Por la noche, las calles volvieron a estar tranquilas, dijeron las autoridades.
La Policía Federal de Brasil, encargada del trámite migratorio, estima que unos 500 venezolanos ingresan a diario por la frontera. El pico de este año, en enero, osciló entre 900 y 1.200.
En el primer semestre de este año, 56.740 venezolanos buscaron legalizar su situación en Brasil solicitando refugio o residencia temporal.