El antes y después de los paisajes de Ecuador, transformados por efectos de la sequía

La sequía de Ecuador ha ido empeorando con el paso de los años, en las imágenes satelitales se observa
Fotografía del antes y después de Los Ilinizas.()
29 nov 2024 , 06:30
Redacción

Ecuador vive una de las peores sequías de los últimos 61 años, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). El descenso de los ríos, los incendios forestales, la crisis energética, los racionamientos de agua potable o la inseguridad alimentaria son algunos de los efectos de la ausencia de lluvias.

El problema radica en que la época seca se extiende por más tiempo y las precipitaciones no tienen la misma intensidad. Los expertos consideran que el calentamiento es un efecto del cambio climático.

Este año las altas temperaturas han alcanzado picos históricos, por ejemplo, en Quito, en el sector de Tababela, se registraron 29 °C. En Cuenca, el calor ha llegado hasta los 28 °C; mientras que en Loja, en el cantón La Toma, alcanzó los 35 °C. Según la Organización de Naciones Unidas, 2024 es probablemente el año más cálido del que haya registros.

Las regiones Sierra y Amazonía han sido las más afectadas. La sequía se ha presentado con fuerza en marzo y abril, y luego nuevamente a partir de octubre, con el pronóstico de que se extenderá hasta abril de 2025.

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Conforme pasan los años, las sequías podrían ser más severas, y los ciudadanos se verán más afectados en sus actividades diarias. Ya es parte de la realidad de los ecuatorianos los apagones extendidos, el incremento de precios de productos agrícolas que escasean o los horarios de cortes de agua potable, en ciertos municipios.

La sequía cambió los paisajes

Los incendios en Ecuador son solo una muestra de cómo han cambiado los paisajes. Las llamas que consumieron parte e Guápulo, el cerro Auqui y el barrio Bolaños, en el centro norte de Quito, en septiembre de 2024, dejaron daños severos. Los cerros pasaron de estar tupidos de árboles y césped a un terreno árido, con las ramas casi en cenizas.

En las zonas de las hidroeléctricas la sequía también es visible. En Mazar, en el río Paute, entre Azuay y Cañar, la falta de agua se hacía visible en abril de 2024, en la orilla del embalse.

El nivel de la cota de la hidroeléctrica ha sido motivo de debate en Ecuador en el último año, porque la central ha tenido que detener sus labores por varias ocasiones, al estar en riesgo su operación.

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Al tomar paisajes al azar en Google Earth y compararlos entre la versión más actual y la más antigua también es una forma de dimensionar los efectos del cambio climático.

La disminución de los nevados en el país también es un tema preocupante. Según MapBiomas Agua, en un estudio de los glaciares de la Panamazonía, encontró que en Ecuador se ha perdido un 32 % del manto, tal como se observa en los gráficos a continuación.

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