Cotopaxi y Azuay pierden 600 hectáreas de cultivos por sequía y variaciones climáticas
La sequía y los cambios drásticos de temperatura han afectado plantaciones de maíz, papa, habas, fréjol y otros productos en Cotopaxi y Azuay. En estas dos provincias hay al menos 600 hectáreas de cultivos perjudicadas.
En Cotopaxi, la ausencia de lluvias durante los últimos cuatro meses ha convertido los campos en terrenos secos y agrietados. Sembríos enteros se marchitan bajo el sol implacable en los cantones Pujilí, Saquisilí, Salcedo y Latacunga.
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En esta última localidad, específicamente en la parroquia de San José de Poaló, hay 65 agricultores que sembraron 150 hectáreas de maíz en junio, pero la sequía les arrebató la cosecha. Y a eso se suma el cambio abrupto de temperaturas.
Durante el día, el termómetro marca los 22 grados centígrados, sin embargo, en las noches desciende a menos de un grado, provocando que las hojas se chamusquen.
Para este mes, las plantas deberían tener un altura de un metro, pero apenas superan los 40 centímetros.
Mientras que, en la parroquia Cusubamba, al oeste de Salcedo, un equipo de Ecuavisa constató que 75 hectáreas de maíz y papa están afectadas.
Una situación similar ocurre en la parroquia Chantilín, en el sur de Saquisilí. A inicios de agosto unos 27 agricultores araron la tierra para sembrar cebolla y maíz, pero no han podido hacerlo porque el suelo sigue demasiado seco.
Y en la parroquia La Victoria, en el norte de Pujilí, 85 agricultores usan tractores para remover 45 hectáreas en busca de humedad, pero solo logran levantar polvo.
En total, en Cotopaxi se han perdido 500 de las 600 hectáreas destinadas a cultivos en los cuatro cantones antes mencionados.
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Sequía en Azuay
En la parroquia Tarqui, perteneciente al cantón Cuenca hubo dos meses sin lluvias y 15 días de heladas. Esta situación ha dejado siembras marchitas y suelos cuarteados.
En esta zona hay 4 000 agricultores. Unas 3 000 hectáreas de cultivos de arveja, maíz y papa se han perdido.
Las plantaciones han dejado de crecer y han quedado cubiertas de granizo o con raíces secas.
Por otra parte, en la parroquia San Joaquín, en el sur de Cuenca, unas 800 personas que se dedican a la producción de vegetales como coliflor, perejil, brócoli, lechuga y espinaca también han sufrido el impacto de la sequía. Unas 100 hectáreas están perjudicadas.
Los agricultores se han agrupado para recolectar agua de lagunas y pozos, e intentar regar y recuperar algo de sus productos