Quito: más de mil emergencias por fugas de gas en domicilios
Autoridades municipales no autorizarán construcciones que incumplan normas de seguridad de calefones
Una familia del sur de Quito se salvó de morir esta madrugada por un problema con el gas de uso doméstico. Este caso es uno más de los que se han registrado en la capital este año, y que han cobrado la vida de ocho personas.
Cerca de las 02H00 una llamada alertó a los equipos de socorro, quienes al llegar a la vivienda, encontraron a seis miembros de una familia con signos de intoxicación. Ellos fueron trasladados al Hospital Enrique Garcés, en donde reciben oxígeno terapia.
Este caso, que se produjo por el mal funcionamiento de una cocina, no es aislado. Según el Sistema Integrado de Seguridad ECU911, en lo que va del año se han atendido 1.047 alertas por fugas de gas en domicilios de Quito, que han dejado ocho muertos.
Christian Rivera, director del Comité de Operaciones de Emergencia de Quito, cree que con medidas sencillas se pueden evitar este tipo de tragedias. "Los calefones deben estar fuera de nuestras casas, lejos de dormitorios".
El problema hizo también que el Cabildo tome decisiones. Las construcciones en la ciudad no serán autorizadas hasta que las instalaciones no cumplan con las normas vigentes, como explicó Juan Zapata, secretario de Seguridad del municipio. "Si es que las viviendas, locales comerciales o cualquier recinto cerrado no tiene el GLP fuera de estas construcciones, nosotros no vamos a facultar los permisos para que las mismas se ejecuten".
Mientras tanto, los bomberos visitan hogares y negocios para verificar el estado de las instalaciones. El sargento Édison Montaluisa encabezó una de estas visitas y encontró una novedad. “En una casa la manguera del gas que no se ha cambiado en un año, cuando hay que cambiarla cada seis meses a un año, y verificar las abrazaderas de los reguladores”.
Como en este caso, los bomberos confían que las recomendaciones se cumplan, ya que este tipo de condiciones son frecuentes en las viviendas sin que sus dueños sospechen del riesgo que corren.