Pico y placa eléctrico: empresarios plantean dividir al país en dos zonas energéticas
La propuesta del pico y placa que fue presentada por la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha no es aplicable únicamente con el acuerdo que emitió el Ministerio de Trabajo.
Según los proponentes, se requiere que las autoridades dividan al país en dos zonas energéticas. De hecho, plantearon la siguiente división:
Cada zona tiene requerimientos energéticos similares. La división no es geográfica, sino por distribuidoras, y sin ello la propuesta no funciona.
Una zona tendría que acogerse al horario laboral de lunes a jueves de 07h00 a 17h00, y la otra de jueves a domingo en el mismo horario. Sin embargo, el acuerdo ministerial señala que queda a discreción del acuerdo que logre cada empresa con sus trabajadores el horario y así no funciona la propuesta. Todos los que están dentro de una zona deberán modificar sus jornadas al mismo esquema.
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De esa manera, cada zona tendría durante 4 días, o durante esas 96 horas, energía continua, sin apagones, pero mientras tanto ¿qué pasa en la zona que no esté en sus días de suministro garantizado?
Las empresas estarían en un régimen de descanso, por ende no consumiría electricidad, y los hogares dentro de los racionamientos que dispongan las autoridades.
Esto se prevé que redunde en un ahorro para las generadoras porque se entiende que el consumo caería en 500 megavatios en cada uno de los tres días de descanso.
Ese ahorro, según los proponentes del pico y placa energético, abastecer los jueves a todo el país, porque las dos zonas tendrían actividad laboral, necesitarían energía, de forma ininterrumpida.
Este plan se lo ha trabajado desde abril, cuando se presentaron los primeros apagones del año, y lo expusieron ante el Subsecretario de Transmisión del Ministerio de Energía, dicen estar sorprendidos por la falta de respuesta que complemente el paso dado por el Ministerio de Trabajo.
Acotan que su propuesta no ha quedado desfasada ante la agudización de la crisis energética; sin embargo, reconocen que si se llegara a paralizar alguno de los complejos hidroeléctricos su aplicación se complicaría, pues ya no habría manera de asegurar el requerimiento de energía continua por 96 horas que se propone.