A pesar de la guerra, prefiero quedarme en Israel porque en Ecuador no hay trabajo, dice Verónica Espín
Desde su departamento en Tel Aviv, la quiteña Verónica Espín puede ver cómo el sistema de defensa aérea de Israel, conocido como el domo de hierro, intercepta a los misiles de Hamás. Las explosiones sacuden las paredes y ventanas, la gente corre a los bunkers para refugiarse.
Eso la asusta mucho, pero no está dispuesta a volver a Ecuador en el vuelo humanitario que puso a disposición la Cancillería. "A pesar de la guerra, prefiero quedarme en Israel porque no hay trabajo en Ecuador", cuenta la auxiliar de enfermería, de 42 años, que vive en Israel desde 2017.
Ella cuida a una mujer adulta mayor, de 92 años, Ana, de origen argentino. Llegó a ese país por una empresa que gestiona plazas de empleo para enfermeras y auxiliares de esa rama que hablen español. Ana es su compañera y la cuida de forma permanente las 24 horas.
Espín tiene dos hijas, de 20 y 18 años, quienes estudian medicina general y odontología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Con su salario, la ecuatoriana paga la educación de sus chicas y también mantiene a sus padres, en Quito. "En Quito, trabajé en un hospital público, pero el contrato solo duraba seis meses y luego nos quedábamos afuera durante un año. No se podía vivir así".
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También no conseguía empleo por la edad. En los centros asistenciales le decían que no estaba calificada. A esto se suma que, tras la pandemia del covid-19, su hermano tuvo que cerrar sus locales comerciales y la situación económica empeoró.
Ahora, su trabajo en Israel es permanente. Cada año le renuevan el contrato y no sufre las mismas preocupaciones que sentía en Ecuador. Está al pendiente de sus hijas y siempre las apoya. Sueña con verlas graduadas como profesionales en la UBA y que tengan una vida tranquila.
En una entrevista con Ecuavisa.com, ella contó que vivir en medio de una guerra es desesperante. Los soldados de Hamás disparaban a la gente sin importar si eran niños, mujeres o adultos mayores. También secuestraban a quienes encontraban a su paso. No puede salir a la tienda con tranquilidad. "Cuando nos encontramos con otros transeúntes en la calle, nos quedamos viendo porque no sabemos si son personas buenas o malas. Tememos que nos puedan hacer daño".
Vive en el octavo piso con Ana. Cuando suenan las alarmas, ambas tienen que dirigirse al búnker, pero el ascensor del edificio se apaga. Por eso, tienen que ubicarse debajo de las gradas del edificio para protegerse. Verónica le tapa los oídos, le toma las manos y le da un vaso de agua para que se calme. Le pide a Dios que las proteja cuando escuchan los bombardeos, Ana grita y Espín la calma con abrazos.
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La mujer de 92 años no puede permanecer de pie por largo tiempo y se moviliza en una silla de ruedas.
Espín tenía previsto viajar a Ecuador, el pasado viernes 6 de octubre, para visitar a su familia como parte de sus vacaciones, pero prefirió quedarse en Israel y perdió el vuelo. La razón: temía no poder regresar y luego quedarse sin trabajo.
En Tel Aviv tiene un lugar para vivir y comida. Con otros ecuatorianos mantiene contacto mediante un grupo de WhatsApp en el que se dan ánimos y aconsejan. Los que recién llegaron no han vivido la guerra y quieren irse. "Los que llevamos más tiempo les damos fuerza y calma. Oramos todos juntos".
Siente que el conflicto va a recrudecer con el pasar del tiempo, pues otros países como Estados Unidos apoyan a Israel. No obstante, ella se mantiene firme en su posición de quedarse. Su familia le pide que regrese, pero ella les ha dicho
"¿Qué voy a hacer allá? ¿Quién me va ayudar con la universidad de mis hijas? No hay trabajo ¿Cómo mantengo a mis padres? ¿De qué manera les compro las medicinas? Por eso opté por seguir aquí. Estoy consciente que es dura mi decisión, pero no quiero volver"
Su papá es diabético y lo atienden en el Seguro Social, pero no hay medicinas, tampoco insumos. Ella le envía dinero para que adquiera insulina y las gotas que necesita para sus ojos. Su mamá recibe atención en hospitales públicos, pero tampoco hay lo que necesita para los tratamientos. La mujer dice que no tiene un alto salario en Israel, pero le ayuda para ayudar a sus familiares.
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Caminata por la paz
Una caminata por la paz en Israel fue convocada para las 09:00 de hoy, sábado 14 de octubre de 2023, en Quito. Los asistentes se reunirán en la tribuna de la avenida De los Shyris y desde allí caminarán hacia la Naciones Unidas.
Los asistentes deben acudir con vestimenta azul y blanca. También llevar una vela blanca. En el evento participarán otras organizaciones como los Exbecarios y amigos de Israel o Israel sin fronteras.