Perros policía jubilados van con nuevos dueños

16 de los 61 canes jubilados participaron en las tareas de rescate en el terremoto de abril de 2016. Foto: AP
10 may 2018 , 07:21
Redacción

16 canes participaron en las tareas de rescate en el terremoto de abril de 2016.

La ceremonia estaba finamente organizada: había alfombra roja, himno nacional, uniformes, bendiciones y una mezcla de tristeza y alegría que inundó a los .

 

En el acto celebrado el miércoles 9 de mayo en , un total de pasaron de ser efectivos policiales a individuos particulares.

 

Los guías arrodillados a su lado les , que parecían vestidos para la ocasión, y de inmediato les prodigaron caricias mientras sonreían.

 

 

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En 2, pero este año la cifra se . Más de la mitad de los nuevos dueños, un total de , fueron .

 

El jefe del centro regional de adiestramiento canino, mayor , dijo a The Associated Press que los perros cumplieron su tiempo de servicio en el trabajo policial, entre , en actividades como antinarcóticos, orden público y espectáculos.

 

Precisó que para escoger a las familias adoptantes se cumple un en el que se debe demostrar la idoneidad de la familia aspirante, capacidad económica, espacio, tiempo y decisión de cuidado, entre otros. Adicionalmente, la institución policial cumple .

 

Según Ayala, la mayor parte de los animales jubilados pertenecen principalmente a las razas, , y .

 

Asimismo, añadió que dentro de este grupo, , que destruyó buena parte de las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, donde ayudaron a localizar en medio de los escombros a cuatro personas con vida y los restos de unos 20 fallecidos.

 

Al terminar la ceremonia, los perros parecían adaptarse con facilidad a sus nuevos amos y se dejaban conducir con tranquilidad a su .

 

El cabo primero adoptó a su compañero de trabajo, Billy, y afirmó que “es un gran perro y fue condecorado poco antes de jubilarse como uno de los cinco mejores de su promoción”.

 

Señaló que el último gran golpe que dio contra el fue hace un año, cuando logró por cerca de la ciudad de Quevedo, 145 kilómetros al suroeste de Quito.

 

“Estoy contento de llevármelo a casa, es un compañero totalmente seguro y fiel y será un miembro más de mi familia”, dijo.

 

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