Las lluvias que se registran en el Austro no ayudarán a aliviar la crisis de las generadoras eléctricas, según el INAMHI

Las lluvias de la madrugada de este viernes en la mayor parte del país no serán constantes en Azuay y en la cuenca del río Paute y no representarán la solución a corto plazo para llenar los embalses de las hidroeléctricas de ese sector.

Las lluvias en Cañar y Azuay son esporádicas y no tienen la suficiente intensidad para garantizar un caudal constate para que los embalses recuperen sus niveles normales. Las mismas características tienen las lluvias de las últimas horas.

Xavier Macas, técnico de pronósticos INAMHI indicó:

"Lastimosamente, nosotros vamos a tener eventos de precipitación dos o tres días en esa zona, pero luego un receso de las lluvias, es decir, lluvias con menor intensidad y recurrencia, y eso podría suceder la próxima semana".

Según los pronósticos del INAMHI habrá que esperar a mayo para tener más lluvias.

"Es posible que finales de la primera semana y segunda semana de mayo y la segunda semana tengamos precipitaciones que podrían llegar a esta zona también".

Las lluvias de las últimas horas sí mejoraron la situación de los ríos de Cuenca. El Tomebamba, Yanuncay y Machángara, falta saber si el efecto se extenderá al Tarqui, que hasta este viernes está bajo sus niveles mínimos.

Le puede interesar: 15 unidades de generación térmica reciben mantenimiento para recuperar 156 MW de generación

Diferente es la situación de Tungurahua y Pastaza. Allí están las hidroeléctricas, San Francisco y Agoyán. Las lluvias son más constantes y de mediana intensidad y el río Pastaza permite que esas generadoras produzcan casi el 10% de la hidroelectricidad del país.

La misma característica tienen las lluvias en las estribaciones de la Cordillera Oriental que beneficiarán en los próximos días a Coca Codo Sinclair. El río Coca aún tiene caudales más bajos de lo habitual y por eso esa hidroeléctrica solo produce 600 megavatios de los 1 500 de toda su capacidad.