Latinoamérica, salvo Brasil, incrementa restricciones por el avance de nueva cepa de COVID-19
El objetivo es tratar de frenar el avance de la nueva mutación del coronavirus.
Desde toques de queda en Nochebuena hasta suspensión de vuelos de Europa. Buena parte de Latinoamérica, con la notable excepción de Brasil, se ha ido cerrando en las últimas horas para tratar de frenar el avance del coronavirus.
Entre tanto, Estados Unidos anunció hoy que ya tiene la capacidad de administrar las vacunas Pfizer y Moderna en unos 4.000 puntos repartidos por el territorio, según datos oficiales, después de que este lunes los estadounidenses comenzaran a recibir las primeras dosis del suero de la segunda farmacéutica.
A la espera de la llegada de la vacuna al resto del continente, la mayoría de los países, algunos en periodo vacacional veraniego, tratan de controlar la expansión de la enfermedad con más decisiones restrictivas, cierre de rutas aéreas y exigente control ciudadano.
En Colombia, que el sábado marcó un nuevo récord de casi 14.000 contagiados diarios y en dónde el día previo se superaron las 40.000 muertes, varias autoridades locales impusieron este lunes nuevas restricciones, incluyendo un inédito toque de queda en la Nochebuena y la Nochevieja.
"La Navidad no se cancela, pero va a ser diferente. No son medidas que nos guste tomar pero es nuestro deber porque no tomarlas sería una irresponsabilidad", dijo hoy a periodistas Daniel Quintero, alcalde de Medellín, la segunda ciudad del país y en dónde no se podrá salir entres la 8 de la noche y las 6 de la mañana de esas fechas.
Bogotá también implantó a partir de hoy y hasta el 15 de enero el "pico y cédula", lo que supone que los ciudadanos solo pueden comprar los días pares o impares que no coincidan con el último número de su cédula de identidad.
El gobierno de Ecuador, por su parte, anunció la adopción de un nuevo estado de excepción de 30 días y un toque de queda de 15 entre las 22.00 y las 04.00 hora local, que incluye ley seca.
"Ha continuado el incremento en el número de contagios en la capital entre un 15 % y un 17 %. Hoy estamos en una situación vulnerable”. Estas palabras de la subsecretaria de Salud de Chile, Paula Daza, explican la decisión de su Gobierno de adelantar dos horas el toque de queda en todo el territorio y mantener la cuarentena en la Región Metropolitana, que alberga la capital, en Navidad y Año Nuevo.
De esta forma, el toque de queda, vigente desde que se registraron los primeros casos en marzo, regirá desde el próximo sábado a partir de las 22.00 horas, en vez de las 00.00 horas, y hasta las 05.00 horas en toda la nación.
Argentina (1,54 millones de contagios y 41.813 muertes) inició este lunes una nueva extensión, hasta el 31 de enero, de las medidas para frenar el coronavirus, ante una alta curva de contagios.
Además, de cara a la celebración de las fiestas navideñas, la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte, llamó a respetar las recomendaciones de distancia social y tratar de celebrar en espacios abiertos o muy ventilados y en reuniones que no sean masivas.
En la vecina Uruguay, con menos casos (119) y contagios (13.048), también esta jornada comenzó a regir una ley que cierra las fronteras del país hasta el 10 de enero y prohíbe la aglomeración de personas por 2 meses, a lo que se sumó la suspensión desde este lunes y hasta el próximo 10 de enero la presencialidad en las celebraciones religiosas.
A todo esto se suma la suspensión de las rutas aéreas con el Reino Unido después de la aparición allí de una nueva cepa de la covid-19, en países como Argentina, Chile, Colombia, República Dominicana y Canadá.
Perú, que al igual que la mayoría de los otros países de la región tomó esa decisión el domingo, este lunes fue más lejos y suspendió "preventivamente" durante dos semanas todos los vuelos provenientes de Europa.
Unas medidas, que pese al inicio de la vacunación, también se extienden a EE.UU., particularmente a Nueva York, donde las autoridades realizaron una petición no vinculante a tres aerolíneas que operan vuelos entre el Reino Unido y esta ciudad -British Airways, Delta y Virgin Atlantic- que hagan pruebas de covid-19 a sus pasajeros.
Sin embargo, ni Brasil (186.764 fallecidos y 7,2 millones de casos) ni México (118.202 decesos y 1,3 millones de casos positivos), los países latinoamericanos más poblados y más atacados por la pandemia, han dado ningún paso sobre el cierre de las rutas aéreas con el Reino Unido.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo esta mañana que las autoridades sanitarias estudiarán este lunes si hay que adoptar medidas al respecto y anunciarán su decisión el martes, a la par que en Brasil solo parece ser la continuación de una política donde las aplicación de nuevas restricciones no están en el horizonte.
En Sao Paulo, con unos 46 millones de habitantes y el estado más afectado en el país, las autoridades “pidieron respetar las restricciones” existentes pese a que “la pandemia sigue con fuerza total”y siguen apostando por el autocontrol: "Antes decíamos quédese en casa. Ahora decimos intente quedarse en casa y, si tiene que salir, salga con responsabilidad", dijo este lunes el secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn.
Esto, mientras se sigue a la expectativa del inicio de la vacunación en dicho estado, que se espera para el próximo viernes, día de Navidad, tras el acuerdo del Gobierno Estatal, junto al Instituto Butantan, con el laboratorio chino Sinovac para recibir de aquí a fin de año 10,8 millones de dosis de la llamada “coronavac”.
En Río de Janeiro, aunque el uso de las unidades de cuidados intensivos en el estado ya supera el 90 %, este domingo las playas de la capital homónima vieron aglomeraciones de bañistas en vísperas del inicio del verano austral.