La única embarcación de investigación pesquera del Instituto Público de Acuicultura y Pesca no sirve
En chatarra, así se encuentra el Buque de Investigación Pesquera Tohallí. El piso está podrido, la cámara de frío donde se almacenaban las muestras de peces a investigar no sirve.
Los equipos de los laboratorios se han oxidado y han quedado obsoletos. La embarcación pertenece al Instituto Público de Investigación de Pesca, el cual, a pocos meses de la alerta de la llegada del fenómeno de El niño, no puede ser usado por los científicos para realizar estudios.
Una situación que lleva 10 años, así lo indica, Álvaro Romero, Biólogo.
"Cuando teníamos activo la embarcación generábamos información referente a la pesquería, lo que tiene que ver con la biomasa, la cantidad de organismos que hay en el mar, el número de peces".
Actualmente, los biólogos de la entidad tienen una alianza pública- privada para poder explorar en barcos de los pescadores, pero se realizan dos viajes por año cuando con el buque se hacían al menos 10 investigaciones para anticipar impactos negativos sobre la producción pesquera y su consumo.
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Por ello los técnicos recolectan información de forma manual, así lo indicó Pilar Solís, Subdirectora de investigación de pesca.
"En este momento nosotros seguimos haciendo las investigaciones por tierra, es decir hacemos seguimiento de los desembarques que se realizan a nivel de la costa ecuatoriana para ver como se encuentran las especies que son capturadas"
Además, indicó que la solución es comprar un nuevo barco de investigación cuyo precio supera los 35 millones de dólares.
Las investigaciones no solo permitirían saber el estado de los recursos marinos, también descubrir nuevas especies que podrían estar en las costas ecuatorianas.