Himno de Quito se cantará sin referencias a España por decisión municipal
El Concejo Metropolitano emitió ayer una ordenanza para oficializar el cambio, adoptado hace 5 años.
Los quiteños que entonen el himno del distrito metropolitano deberán cambiar el orden: en lugar de cantar la segunda estrofa, deberán evocar la cuarta. Pese a que esta modificación se acogió hace cinco años, fue en la sesión ordinaria del Concejo Metropolitano, efectuada ayer, donde se oficializó el cambio. La segunda estrofa contiene referencias a España.
La propuesta fue recibida de la Comisión de Educación y Cultura, a través de su presidente, el concejal Fabricio Villamar, y modificó el texto de ordenanza que regula los Símbolos de la Ciudad de Quito.
La segunda estrofa del himno dice: "Oh ciudad española en el Ande/ oh ciudad que el Incario soñó/ porque te hizo Atahualpa eres grande/ y también porque España te amó", aunque esta parte se mantendrá en la letra oficial, recogida en la ordenanza municipal.
En tanto, la cuarta estrofa señala: "Cuando América toda dormía/ oh muy noble ciudad, fuiste tú/ la que en nueva y triunfal rebeldía/ fue de toda la América luz".
La concejal Luisa Maldonado señaló que con la sustitución de la segunda estrofa por la cuarta se "resalta la rebeldía y condición de Quito como primera ciudad que proclamó su independencia de España".
"Esto no significa, de ninguna manera, cambiar el himno sino adecuar esta interpretación a nuestra condición de ciudad Luz de América, ya que los símbolos deben ser usados por la ciudadanía en función de su momento histórico", agrega la nota.
La munícipe precisó que no se ha cambiado la letra de ninguna de las estrofas, pues el himno íntegro está recogido en la ordenanza número 2935, donde consta el texto completo de la letra, escrita por Bernardino Echeverría.
Por ello, señaló que "cualquier insinuación que diga que el concejo ha cambiado la letra tiene absoluta mala fe".
Uno de los concejales que votó en contra, Fabricio Villamar, expresó en su cuenta de twitter su disconformidad con la resolución al considerar que "los símbolos merecen permanencia y no se pueden cambiar por voluntad de alguien".