El Gobierno tiene planes a mediano y largo plazo para solucionar la crisis eléctrica del país
El Gobierno busca inversores por más de USD 4 500 millones para construir las hidroeléctricas Santiago y Cardenillo, que en un plazo de siete años deben entregar 2 900 megavatios. En una semana los perfiles de los dos proyectos deberán estar listos en el Ministerio de Energía.
No son nuevos, constan en el plan maestro de electricidad que no se ha cumplido.
Santiago tiene una potencia planificada de 2 400 megavatios y se construirá en Morona Santiago. Tiene licencia ambiental desde noviembre y costará algo más de USD 3 000 millones. Debía estar en funcionamiento desde el 2027, pero nunca pasó de ser un proyecto en papeles. Ahora el Gobierno quiere desempolvarlo.
Intenciones similares tiene con el Proyecto Cardenillo sobre el río Paute, en Azuay. Es la cuarta hidroeléctrica del Proyecto Paute Integral que incluye Mazar, Molino y Sopladora. Cardenillo tiene una potencia programada de 595 megavatios.
Según el plan maestro de electricidad, Cardenillo debía costar cerca de USD 1 300 millones y estar en funcionamiento en 2026.
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El plan del Gobierno se sustenta en la ley de competitividad energética aprobada en diciembre que permite la inversión privada en proyectos de infraestructura eléctrica.
El ministro de energía, Roberto Luque, indicó:
"Hay empresas interesadas, hemos pedido a la secretaria de inversiones pública privadas que empiece a buscar a estos interesados y que lo considere dentro de sus planes. Estos son proyectos que están considerados en el plan de electrificación".
Los planes pasan por reactivar otros proyectos. Es el caso de la Hidroeléctrica Quijos, que fue abandonada en el 2015 con el 46% de avance. La China National Energy la empezó a construir en el 2012 y CELEC terminó el contrato por incumplimientos.
Ahora CELEC retoma el proyecto que debe generar 50 megavatios y que, según el plan de electricidad, debía estar funcionando desde el año pasado.