La generación en hidroeléctricas se incrementó un 10 % tras la lluvia en la Sierra y Amazonía

Las lluvias de las últimas horas dan un alivio a la crisis energética, pues se registraron en las zonas de recarga hídrica de Cuenca, en la provincia de Azuay. Eso significa que hubo precipitaciones que duraron dos horas en los bosques andinos de la ciudad, que alimentan de agua a sus cuatro ríos.

También incrementó tres metros el nivel del embalse que abastece al complejo hidroeléctrico de Paute, integrado por las centrales Mazar, Molino y Sopladora que permanecen apagadas desde la madrugada del 3 de octubre, con la intención de ahorrar agua; así lo registra el Instituto de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

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"Ahora mismo podemos decir que se le hace mucho más fácil a las precipitaciones llegar a los ríos e incrementar los caudales, pero necesitamos que sea permanente para que el sistema de embalses empiece a crecer", explicó Guillermo Flores, analista de pronósticos del Inamhi.

La previsión para este jueves es que las lluvias continúen con intensidad en las provincias de Esmeraldas, Carchi y Pichincha, dónde no hay hidroeléctricas. Así mismo, se prevé precipitaciones dispersas en Bolívar, Azuay y Cañar.

La producción deberá superar el 80 %

Particularmente, toda la región amazónica soportará lluvias que alcanzan los 60 milímetros de acumulación de agua. Eso beneficia a la producción hidroeléctrica de la Central Agoyán y San Francisco, que están en el límite de la provincia de Tungurahua con Pastaza, pero principalmente a Coca Codo Sinclair, que está entre Napo y Sucumbíos.

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Por eso, la producción hidroeléctrica que la semana bordeaba el 50 %, para este jueves representa el 60 % de lo que se genera en el país, pero lo normal es que supere el 80 %, según el historial del Operador Nacional de Electricidad (Cenace).

Guillermo Flores explicó que las condiciones podrían ser similares hasta la segunda semana de octubre, y que las zonas con mayores precipitaciones estarán en el norte de la Sierra.

Según el Inamhi el comportamiento de estas lluvias debe ser sostenido por al menos dos semanas para mejorar el sistema hídrico del país.