Gabriel Cortez: su hermano y un cuñado fueron asesinados hace un año; 'Los Tiguerones' juraron venganza
El futbolista Gabriel Cortez, detenido en la Penitenciaría del Litoral por presuntamente pertenecer a la banda narcodelictiva 'Los Tiguerones', ha perdido a un hermano y un cuñado, asesinados a manos de la delincuencia organizada.
Según relatos de su familia durante el proceso abierto en su contra, el propio Cortez ha sufrido amenazas en su natal Esmeraldas.
Eso y los asesinatos de dos familiares preocupa a la madre de Cortez, Elsa Casierra, quien teme por la vida de su hijo, encerrado en el Pabellón 8, controlado por los 'Los Tiguerones'.
DOS MUERTES EN MENOS DE UN AÑO
El 25 de enero de 2021, en el barrio 5 de Junio de Esmeraldas, ocurrió la primera muerte violenta, asociada al crimen organizado, que golpeó a los Cortez Casierra: Carlos, hermano del futbolista, fue asesinado por alias Chueco y alias Pichi.
Ellos tomaron venganza contra Carlos, que dos años antes estuvo vinculado a una investigación por asesinato, pero fue sobreseído. El dictamen fiscal en favor del hermano del futbolista no lo libró de la 'justicia por mano propia' que le aplicaron los delincuentes.
Meses más tarde, el 28 septiembre de 2021, su cuñado Jorge Mojarrango Cox pasaría a formar parte de la lista de 122 reclusos de la Penitenciaría del Litoral que fueron asesinados en la mayor masacre carcelaria de la historia registrada hasta ahora en Ecuador
Los asesinos fueron señalados de ser integrantes de 'Los Choneros', banda rival a 'Los Tiguerones', que la Policía asocia con el jugador.
El cuñado del 'Loco', como se conoce a Cortez en el ámbito deportivo, antes había perdido a dos hermanos que fueron asesinados en 2018 y 2021, en Quito y Esmeraldas, respectivamente.
'Los Tiguerones', con mayor presencia en Esmeraldas, juraron vengar todas esas muertes.
El 22 de abril de 2022, cuando Cortez y otras 17 personas fueron detenidas en un operativo contra la estructura de 'Los Tiguerones', el ministro del Interior, Patricio Carrillo, aseguró que el futbolista “era quien ordenaba y recibía información respecto a las personas a las que los sicarios privaban de la vida” en Esmeraldas.
Por eso fue llevado en helicóptero desde Guayaquil -de donde es su equipo- hasta la capital de la provincia esmeraldeña, por donde entra la mayor cantidad de droga que se produce en Colombia, según la Policía.
La familia esperaba que de Esmeraldas fuese trasladado -como lo ordenó un juez- a la Cárcel 4 de Quito, una pequeña prisión donde no hay reos peligrosos, sino políticos y funcionarios públicos acusados de corrupción.
Pero en lugar de Quito, su destino fue regresar a Guayaquil, a la Penitenciaría donde hace menos de un año murió su cuñado.
La madre de Cortez no quería que se quede en Esmeraldas pues, según ha relatado en varios medios, Gabriel fue objeto de un atentado en 2021, que no se conoció sino hasta ahora, cuando él se movilizaba desde Rioverde a Esmeraldas.
Por eso la insistencia de Elsa Casierra de que su hijo sea llevado a Quito, por lo menos, mientras dura la investigación en su contra.
Cortez y los demás detenidos fueron procesados por delincuencia organizada con fines de tráfico ilícito de drogas, según el expediente judicial.
Y por drogas, también, un tío del jugador pasó seis años en una cárcel.
Gracias al fútbol, Gabriel salió de Puerto Limón, uno de los secotres más violentos y conflictivos de Esmeraldas, cuando tenía 13 años.
Primero fue a vivir a Guayaquil y después a Quito. A los 17 ya debutaba en primera división, su desempeño lo llevó a jugar en México, en Brasil, y luego volvió a Guayaquil, pero en todo ese tiempo su barrio no se alejó de él, y tampoco sus problemas, al menos eso es lo que se aprecia de la investigación en su contra.
Su defensa está paralizada. Así lo aseguró el abogado Antonio Durán, en declaraciones a Ecuavisa, el pasado miércoles.
"Por confidencialidad, no puedo dar muchos detalles, pero en la actualidad la defensa está en pausa debido a algunas diferencias que hemos tenido con los familiares de Gabriel (Cortez)". precisó el abogado.
Los agentes averiguan si las muertes del hermano de Cortez, de su cuñado, y de dos hermanos de este último, tienen que ver con su supuesta actividad paralela a su carrera deportiva, que a sus 27 años de edad, al menos por ahora, ha quedado truncada.