Familiares de desaparecidos hicieron plantón en Quito y Guayaquil
En Guayaquil se concentraron en los bajos del Ministerio del Litoral, en el norte de la ciudad.
No han visto a sus familiares desde hace tiempo. Sin embargo, su inquebrantable fe los hace mantener de pie. Dicen que sus vidas ya no son las mismas tras la desaparición de algunos de sus integrantes.
Inés Quinto es milagreña y muestra la foto de su hija Narcisa cuando tenia 16 años. Cuenta que una tarde la esperaban en casa pero nunca llegó. La buscó por todos lados: en la morgue, los hospitales y nada. Han pasado 13 años de sufrimiento. Ella debería tener en la actualidad 29 años. Su madre no pierde la esperanza de encontrarla.
El mismo drama padece Rocío Mendoza. Vio por última vez a su hija Kerly al salir de casa hace 2 años. Aunque comenta que hace meses recibió la llamada de su hija desde Santo Domingo de los Colorados. Desde entonces su ubicación es un misterio. Confiesa que la incertidumbre ha enfermado a la familia.
También estuvo presente Luis Jiménez, de 74 años, para presentar su caso. Su hijo Iván desapareció hace 8 meses. Desde entonces nadie le ha dado respuestas. Todos cargan su propia cruz pues la desgracia los ha unido. Esperan ahora la sensibilidad de las autoridades pues están llenos de interrogantes.
Mientras, en la Capital se unieron a través de la aAsociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos. Ahí estaba Zoila Chimbo, una madre que busca a su hijo desde enero de 2004.
También estaba Manuel Utreras, a quien la angustia le llegó hace tres años cuando vio por última vez salir a su hijo de casa. Se dirigía a Pintag, donde trabajaba como guía turístico, pero ni siquiera a su trabajo llegó y nunca más regresó.
Hoy se reunieron una vez más en la Plaza Grande, en un Plantón por la Vida, para pedir celeridad en la investigación de estos casos.
El viernes pasado el Ministerio del Interior firmó un acuerdo en el que se establece que la Unidad Antisecuestros se encargará de investigar y resolver los casos de las personas desaparecidas.