Escaso control militar en la Penitenciaría del Litoral pese a decreto presidencial
Ecuavisa hizo un recorrido en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil, en donde las visitas están suspendidas, tras el asesinato de 8 privados de libertad el pasado miércoles 21 de julio.
En los exteriores, no había militares pese a que la tarde de este jueves el presidente Guillermo Lasso decretó la emergencia en el sistema carcelario y ordenó que las Fuerzas Armadas tomen el control en el perímetro de acceso a los centros penitenciarios, es decir el filtro 1. Pero, durante el recorrido, se evidenció que los controles continúan a cargo de la Policía que por cierto está desarmada.
Un abogado tuvo una diligencia con su defendido y describe cuál es la situación dentro de la cárcel. Asegura que ha cambiado nada, que todo sigue igual. A diferencia de otras prisiones del país, en donde hay más de 3 filtros, la Penitenciaría del Litoral solo tiene dos controles para las personas que entran caminando a este centro.
El primero está a la entrada y es controlado por policías, pero ahora, según el estado de emergencia, los militares se encargarán de la revisión. Sin embargo, hay un segundo filtro que seguirá en manos de la Policía. Mientras que los guías penitenciarios continuarán en cada uno de los 12 pabellones que tiene esta prisión.
Pero en esta cárcel existe otro gran problema en cada turno hay un promedio de 100 guías quienes están a cargo de casi 10 mil presos, mucho reos de ellos armados con fusiles y granadas.
De hecho, en los enfrentamientos de este miércoles, 8 reos fueron asesinados y 3 policías resultaron heridos dentro de este reclusorio, que tiene el 100 % de hacinamiento.
Sobre este tema, se buscó una versión con las autoridades de la Policía y de las Fuerzas Armadas, pero indicaron que por ahora no se iban a pronunciar.
Con el estado de emergencia, el primer mandatario dijo que se movilizarán todos los recursos económicos y humanos para enfrentar a estas mafias que desde el sistema carcelario organizan y ejecutan extorsiones, traslados de droga y hasta sicariatos.