La erosión del río Coca pone en riesgo la infraestructura vial y de la Hidroeléctrica
La erosión ocasionada por el Río Coca sigue amenazando la infraestructura energética y vial. La carretera E45 que une Baeza con El Reventador está en riesgo.
El puente provisional sobre el río Marker empezó a inclinarse y es vital porque une Pichincha y Napo. El tránsito se mantiene abierto pero bajo el monitoreo constante de los técnicos. Es el segundo puente en ese punto porque el anterior colapsó en febrero del 2023.
"Estamos pidiendo que el gobierno nacional declare en emergencia del eje vial E45 porque tenemos un asentamiento en el sector de Piedra Fina, tenemos socavamiento en el Río Marker".
La Secretaría de Riesgos evaluó la situación y recomendó no intervenir este puente porque su colapso es inminente con él, la erosión habría destruido cinco puentes en la zona.
Para restablecer la conexión, el Gobierno Provincial del Napo declarará en emergencia este puente. La declaratoria facilitará la construcción de dos tarabitas, una en San Carlos y otra en San Luis.
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Los oleoductos transecuatoriano y al de crudos pesados también están amenazados y por eso se trabaja en nuevos trazados para trasladar los tubos.
La erosión está a 7,3 kilómetros de la captación de agua de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair que es la mayor infraestructura en riesgo, según un informe del Cuerpo de Ingenieros de la Armada de Estados Unidos, la erosión puede llegar a ese punto en tres años, e incluso en menos.