Ecuavisa a la Antártida: La expedición científica del Ecuador culminó su misión a la espera de una próxima visita
El cierre de la estación científica Pedro Vicente Maldonado del Ecuador en la Antártida pone en actividad frenética a todo el personal, tanto de miembros de la Armada como el equipo científico.
Todos se apresuran a sellar ventanas y a tapar cualquier hueco por el que se pueda filtrar el agua o la nieve del invierno al que estará sometida la infraestructura por los próximos ocho meses.
Una parte del personal sube la ladera para llegar a la fuente de agua. Y de uno en uno retiran los tubos. No pueden quedar en el terreno porque se congelarían y se romperían.
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En otro espacio se acomodan las máquinas y activos de la estación que deben volver al Ecuador. Se los empaqueta y protege para embarcarlos para su movilización por mar.
Los botes y vehículos son guardados en la casa de botes, la estructura más cercana al agua.
Dentro de la estación, los investigadores empacan sus equipos y las muestras recogidas para que regresen en las mejores condiciones al Ecuador en donde concluirán los análisis especializados.
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Al mismo tiempo se sellan los ingresos y queda habilitada solo una puerta mientras cualquier aparato queda embalado en su sitio para el uso de la próxima expedición.
Y la tradición se mantiene, una pausa en los trabajos para dejar la huella del paso de la vigésimo séptima expedición científica del Ecuador en la Antártida.
Las flechas hechas a mano por el personal fueron fijadas a un poste y plantadas en el lugar asignado junto a las de expediciones anteriores. Varios miran sabiendo que la misión termina, pero con el deseo de volver a la Antártida y mantener la presencia del Ecuador en este continente.
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