Ecuatorianas que emigraron a Italia luchan por custodia de sus hijos

Las autoridades de Italia están abiertas a revisar los procedimientos.
13 ago 2014 , 08:00
Redacción

Los centros de acogida donde son llevados los niños reciben del Estado italiano 100 euros diarios.

Quince años después de emigrar a Italia, la ecuatoriana Cecilia Ortiz regresó a su país a pedir ayuda: un polémico proceso amparado en la de protección al menor hizo que fuera declarada madre "no apta" y perdiera la custodia de sus cinco hijos.

 

Junto a ella 24 migrantes de Ecuador, Brasil, Colombia y Perú crearon la organización Madres Valientes Latinoamericanas para denunciar lo que consideran el retiro irregular de la tutela de sus hijos y su traslado a centros de acogida, conocidos como "comunidades" y pagados por el Estado italiano.

 

Ortiz, de 36 años, tuvo a sus cinco hijos en adónde viajó en busca de un mejor porvenir. Pero hoy no sabe dónde están.

 

"El 23 de enero nació mi última hija (...) A los tres días vinieron las asistentes sociales y se la llevaron; vinieron con un escrito diciendo que no soy una madre apta", relata con voz entrecortada a la AFP en Quito.

 

Sus otros hijos, de entre 11 y tres años, también están bajo custodia de autoridades italianas, que afirmaron que la mujer tenía problemas mentales, según ella, sin haber sido sometida a pruebas que así lo determinaran. 

 

Su esposo fue acusado de abusar sexualmente de los niños, lo que Ortiz niega apoyada en un examen médico practicado a su hija mayor. La acusación dio lugar al proceso que terminó con el retiro de la tutela de los menores. La mujer asegura que su pareja está libre, prueba de que los señalamientos son falsos.

 

Destino de miles de migrantes ecuatorianos, Italia cuenta con un estricto marco de protección de menores que permite el retiro de la custodia a sus padres por abuso de la patria potestad o "conducta perjudicial".

 

"Esta legislación se aplica también a niños italianos. Es decir, no es una legislación hecha para migrantes", dijo a la AFP una fuente de la embajada de Italia en Quito que habló bajo reserva.

 

Según las migrantes ecuatorianas, las autoridades italianas actúan sin pruebas para favorecer a las "comunidades", que reciben dinero por cada niño que acogen, y facilitar su entrega en adopción.

 

El caso de las ecuatorianas que perdieron la custodia de sus hijos en Italia fue denunciado en abril, cuando el presidente Rafael Correa, de visita en Génova, dijo que los procesos afectaban principalmente a madres desempleadas y les ofreció asistencia judicial.

 

"Destacaremos todo un equipo de especialistas en Italia para defender a las madres. Ya es suficiente con todo lo que ha pasado hasta ahora (...) Esto ya está pasándose de castaño a oscuro", indicó, por su parte, el canciller Ricardo Patiño al canal Ecuavisa en declaraciones divulgadas el domingo. 

 

Marisol Toral, de 45 años, también es una ecuatoriana que emigró a Italia y al igual que Ortiz fue separada de su hija en 2007. La justicia italiana, afirma, le concedió la custodia de la menor al padre antes de que concluyera el proceso de divorcio alegando que era una madre "no apta". 

 

"Dijeron que tenía problemas mentales sin haberme sometido a un test", declaró a la AFP.

 

Unos 152 niños de emigrantes ecuatorianos están actualmente bajo custodia italiana y 66 fueron dados en adopción, tras retirarles la custodia a los padres, según datos de la Cancillería de Ecuador difundidos por Ecuavisa. Otros 1.400 menores tienen "medidas de seguimiento".

 

Según las denunciantes y el gobierno ecuatoriano, los centros de acogida donde son llevados los niños reciben del Estado italiano unos 100 euros diarios por cada menor.

 

 

Toral anunció que las Madres Valientes Latinoamericanas, que iniciaron marchas de protesta en Guayaquil (suroeste), irán hasta la ONU para denunciar el caso de 100 niños cuya custodia les fue retirada a sus padres supuestamente de forma irregular.

 

Las autoridades de Italia están abiertas a revisar los procedimientos. "La idea es trabajar en forma conjunta, con sinergia, para lograr una resolución que sea favorable para todas las partes, respetando siempre la legislación" italiana, declaró una fuente de la embajada.

 

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