Mil piscinas olímpicas de sedimentos han sido extraídas del río Guayas, asegura la Prefectura
Unos tres millones de metros cúbicos de sedimentos, lo suficiente para llenar cerca de mil piscinas olímpicas, ya han sido extraídos del área donde confluyen los ríos Babahoyo y Daule, cerca del islote El Palmar. Según la Prefectura del Guayas, pese a que aún se observan extensos bancos de arena junto a La Puntilla (Samborondón) y alrededor de El Palmar, el dragado ha permitido recuperar una profundidad de hasta 2,5 metros entre ambos lugares.
La meta es extraer 6,2 millones de metros cúbicos de sedimentos hasta mediados de 2025, cuando concluya el contrato con el consorcio Dragando por Guayas. Este organismo, conformado por las empresas Tianrun Grupo de Qingdao S.L. (65 %), Kalkin S.A. (33 %) y el arquitecto Tyrone Leyva Castro (2 %), está encargado de operar la draga, extraer los sedimentos y transportarlos mediante una extensa tubería de unos seis kilómetros hasta la zona de Peñón del Río, en Durán, donde son depositados en terrenos deshabitados.
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Juan Carlos Proaño, director de Riego, Drenaje y Dragas de la Prefectura del Guayas, señaló a Ecuavisa.com que, si bien la obra es trascendental para la provincia, este dragado no eliminará la sedimentación que existe alrededor de El Palmar, donde se ha formado una especie de playa, visible sobre todo al medio día.
Subraya que el retiro de sedimentos del lecho del Daule, Babahoyo o el mismo Guayas debe ser permanente, y obras similares deben realizarse en otros afluentes de la provincia.
El dragado inició en junio de 2023 tras varios retrasos del consorcio, que ha sido multado con más de un millón de dólares. Desde la Prefectura señalan que a la fecha ya deberían haberse retirado cuatro millones de metros cúbicos de sedimentos. De su lado, Dragando por Guayas ha incrementado su personal y repotenciado su estación de bombeo para intentar cumplir con los plazos establecidos en el contrato.
Del fondo del río se han retirado cadenas, maderos, basura, llantas, entre otros objetos. Proaño apunta que se preveía encontrar este tipo de artículos en un fondo acuático como el del río Guayas.
El dragado fue una oferta que no pudieron concretar los exprefectos Jimmy Jairala y Carlos Luis Morales (+). Este último finalizó de manera unilateral, en agosto de 2019, el contrato que el primero había firmado con las Fuerzas Armadas por 58,8 millones de dólares, pero que no llegó a su ejecución.
Tras la muerte de Morales, en junio de 2020, la exprefecta Susana González emprendió una amplia campaña en medios de comunicación anunciando que el dragado iba a materializarse durante su periodo. "El dragado va porque va", repetía constantemente.
En mayo de 2022 se firmó el contrato, pero fue su sucesora, Marcela Aguiñaga, quien dio inicio a la obra.
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Con el dragado, el Gobierno Provincial intenta recuperar la navegabilidad en el afluente. Según Proaño, en el tramo entre La Puntilla y El Palmar ya pueden transitar lanchas y embarcaciones pequeñas. Las grandes no lo podrán hacer, enfatizó.
La obra también se ofreció como una ayuda para mitigar inundaciones en Guayaquil, Durán o Samborondón, no obstante, algunos expertos han desmentido este supuesto beneficio.
"No nos va a resolver el problema. Tiene que ver con la estructura de la ciudad que está ubicada donde naturalmente siempre regresará a lo que es: una planicie de inundación", dijo a Ecuavisa Mercy Borbor, miembro del Centro Internacional del Pacifico para la Reducción de Riesgos de Desastres, de la Espol.