Cuyes, habas, humitas y chochos, envíos en couriers al exterior
Los couriers en Cuenca volvieron a llevar encomiendas.
La familia de Fanny tiene más de 10 años viviendo en los Estados Unidos, pero siguen extrañando el pan de horno, el cuy, el mote, todo y no es que allá no se consigan esas cosas, "yo creo que sí hay, pero allá no es sabroso como los de aquí".
Por eso, a Fanny no le importa madrugar e irse a hacer fila con su paquete bajo el brazo; ya le avisó a sus parientes que les va a hacer un envío para que vayan preparando el paladar.
Como ya se dieron cuenta, no es solo Fanny en Cuenca y en el austro en general, las agencias de envío de paquetes a Estados Unidos se llenan los días en que se reciben las encomiendas, no es que ahora haya más clientes, sino que antes de la pandemia estos envíos se podían hacer todos los días, a toda hora, sin restricción. Ahora las cosas han cambiado.
Miguel se levantó hoy a las cuatro de la mañana para estar en la fila a las cinco en punto, esta vez, el paquete contiene pan, guaguas de pan, allá su familia se encarga de preparar la colada morada. Miguel viene hasta esta agencia todas las semanas, cada vez, con un menú diferente para enviar.
Él, gerente de una empresa de envío de paquetes, dice que no hay problema en la conservación de los alimentos que se envían al exterior.
En esta agencia de paquetería nos dicen que la comida preparada constituye el 95% de los envíos que hacen y solo aquí envían un promedio de 6.000 mil libras semales, es decir 24 mil libras mensuales de comida, hacia los Estados Unidos.